El Xuven volvió a dejar ayer una muy buena imagen ante un equipo de superior categoría, al que llegó a tener contra las cuerdas. Brilló por encima de todos la figura de Will Saunders, que anotó 25 puntos, capturó 12 rebotes y recibió 12 faltas personales. El pívot volvió a tirar del carro amarillo durante muchos minutos, especialmente en una primera parte de ensueño, en la que los cambadeses consiguieron superar en muchos aspectos del juego a su rival.

Sin embargo, en el segundo cuarto todo cambió. Saunders se fue al banquillo y el Básquet Coruña, extremadamente errático en el juego exterior, consiguió hacerse con el control del encuentro gracias a su poderío físico bajo el aro. Al regreso de los vestuarios, los visitantes conseguían una distancia de 13 puntos, que parecía definitiva. Pero el Xuven no se rindió y llegó al último cuarto con opciones de llevarse el partido. A falta de un minuto, el resultado era de 61-65, pero la precipitación en las acciones impidió a los locales voltear el marcador, lo que deja un sabor agridulce en la boca de los cambadeses.