El Ribadumia sigue sin saber lo que es vencer en esta temporada. Los aurinegros juegan bien, crean ocasiones, pero les cuesta mucho superar en el marcador a sus rivales. Ayer fue un ejemplo de ello. Los aurinegros partían como víctima propiciatoria para todo un Somozas, aspirante a disputar el play off de ascenso, pero la escuadra coruñesa tan solo dominó el encuentro en los instantes iniciales de cada tiempo. El resto fue claramente de un Ribadumia al que le gusta tener la pelota pero que no acierta a culminar con acierto las oportunidades que crea.

Los locales se llevaron un buen susto nada más comenzar la primera parte. Todavía no se había cumplido un minuto de juego cuando el Somozas tenía una clara ocasión de gol en una bonita jugada en la que Álex Rey se disponía a fusilar a Iván Parada, pero Manu Bugallo acertó a evitar su remate.

Poco a poco, el Ribadumia se fue sacudiendo el dominio, y comenzó a acercarse con cierto peligro el área de Marcos Valín, que en el minuto 19 tenía que salir a los pies de Fran Fandiño para evitar el primer tanto del encuentro.

Tan solo dos minutos después, Hugo Soto se hacía con un balón en la frontal, y su disparo a la media vuelta era desviado, de manera providencial por Marcos Valín. El rechace caía a los pies de Fran Fandiño, pero su disparo era atajado por el meta visitante sin grandes complicaciones.

El propio Fran Fandiño peleaba en el 23 un balón, para disparar y obligar a Marcos Valín a estirarse para desviar a saque de esquina. Eran los mejores momentos de un Ribadumia, que se había sacudido la presión y comenzaba a causar muchos problemas, especialmente por las bandas, aunque le faltaba el premio del gol, algo que no conseguiría en todo el encuentro.

Fruto de ese dominio llegó la ocasión más clara para los locales. Corría el minuto 30 cuando Gabi filtraba un pase que dejaba solo ante Marcos Valín a Cerqueiras. El local eligió la vaselina para superar al meta, pero con tan mala fortuna, que el balón se estrelló en el larguero. El rechace posterior lo cabeceó Josiño a las manos del meta visitante.

Los visitantes sufrían, pero conseguían mantener intacta su portería. Es más, a punto estuvieron de adelantarse en el minutos 37 en un balón colgado que caía a los pies de Diego Uzal, pero Iván Parada se lució despejando el disparo a bocajarro. Tan solo un minuto después, el meta local volvía a ser providencial en una internada de Álex Rey, al repeler con mucho acierto su disparo.

Los visitantes volvían a encontrarse cómodos sobre el terreno de juego y obligaban a Parada a trabajar. El meta local volvía a detener un disparo mordido de Duque justo antes de que el árbitro decretase el camino hacia los vestuarios.

Nada más comenzar la segunda parte, el Somozas adelantó sus líneas de presión y obligó a Parada a atajar sendos disparos de Jaco y Juan. Al igual que en la primera mitad, el Ribadumia consiguió sacudirse ese dominio, y volvió a acercarse con peligro, como en el minuto 56 en una bonita jugada que culminó Fandiño con un disparo que se fue fuera por poco. Vázquez estuvo muy cerca de rematar un centro de Santi en el 62 y Hugo Soto cruzaba en exceso, solo ante Valín, tan solo un minuto después, pero los locales eran incapaces de abrir el marcador. Un disparo de falta directa de Cerqueiras en el 66 volvía a rozar el larguero y evidenciaba la falta de puntería de un Ribadumia que merecía adelantarse por juego y ocasiones.

Ante los problemas que tenía su equipo, Michel Alonso optó por mover el banquillo para hacerse con el control del balón y adquirir mayor profundidad con la entrada de Salva Rivas y Silas. No le funcionó, y vio como el Ribadumia mantenía la intensidad y estaba cerca de marcar en el minuto 77, pero Fran Fandiño no conseguía conectar correctamente con la pelota cuando tenía todo a favor para hacerlo. Ramón veía como le anulaban un tanto nada más saltar al campo y en la jugada siguiente, Bugallo derribaba en la frontal a Silas y la falta de Jaco se estrellaba en el larguero. En el descuento, el Somozas estuvo muy cerca de llevarse el partido, pero el cabezazo de Álex, totalmente solo ante la meta de Parada, se fue alto por muy poco.