El Xuven demostró garra en el partido de Copa Galicia que durante dos horas se jugó anoche en el pabellón de O Pombal aunque el marcador final favoreció al Breogán que anotó 106 puntos frente a los 83 de los locales.

Chiqui Barros, entrenador cambadés, se mostraba orgulloso al término del partido al comprobar que tiene equipo para hacer una buena liga. "En el primer cuarto nos barrieron pero ganamos en los tres siguientes", afirmó con satisfacción.

La alegría es lógica si se tiene en cuenta que el equipo es totalmente nuevo salvo Juanmi Orellano que ayer anotó 8 puntos en un intensísimo partido que realmente comenzaba en el minuto once.

O Pombal parecía derrumbado al ver a un Xuven que era incapaz de sostener al Breogán en el primer tiempo, pero pronto se vino arriba cuando empezaron a caer canastas de tres puntos y los lucenses empezaron a perder bolas bajo la canasta.

El Xuven se creció a partir del segundo tiempo y ya en el tercero llegaron a remontar hasta alcanzar una diferencia de solo veinte puntos cuando el Breogán era incapaz de contener la potencia que imprimían jugadores como Saunders, Poyatos o Pkahazadze que insertaron canastas desde los distintos puntos de lanzamiento.

El momento más intenso fue el tercer tiempo cuando el aro del Breogán empezó a vibrar por los tremendos golpes de los lanzamientos del Xuven. Tanto que los lucenses quisieron recuperar el talento inicial aunque los locales ya les tutearon para siempre.

Sin duda Saunders fue el mejor del encuentro pues no solo impidió canastas de dos y tres puntos en los momentos precisos, sino que marcó la cuarta parte de los puntos (22).

Pero todos los demás también demostraton una increíble coordinación pues se conocen desde hace solo dos semanas logrando que Chiqui Barros les diera instrucciones como si les conociera de toda la vida.

El público les ovacionó al final del partido tras comprobar que todavía queda mucha vida a un equipo nuevo que no solo tiene pretensiones de permanencia.

La prueba fue el resultado final con solo 23 puntos de diferencia cuando en diez minutos los del Breogán habían demostrado que están en una categoría superior.

Una vez más la literatura bíblica es premonitoria y a quien todos consideraban David se transformó en un Goliat que seguro dejará muy buen sabor de boca este invierno a los numerosos aficionados del Xuven.