El Ribadumia no pudo empezar la liga como acabó la anterior, ganando. El conjunto entrenado por Luis Carro cayó derrotado en el siempre complicado campo de Os Carrís, un escenario incómodo por sus dimensiones y una superficie desgastada con el agravante de la elevada temperatura con la que los dos equipos y el trío arbitral tuvieron que afrontar la jornada inaugural en Tercera División.

Los ourensanos, que estrenaban etapa tras una docena de cambios de calado en la plantilla y la llegada al banquillo de Moisés Pereiro, en su primera experiencia como estratega, consiguieron los tres primeros puntos de la temporada en un partido que se decidió en un rechace no blocado por el guardameta del Ribadumia. No se les puede echar en cara su espíritu de lucha constante durante los noventa minutos, lo que acabó por llevarles a la victoria ante un conjunto arousano que apenas llegó a inquietar la portería de Rui.

No se puede decir, quizás por el calor reinante, que los dos equipos trataran de emplearse a fondo en este primer partido de la competición. Los locales trataron de tener la posesión del esférico, en un giro de su estilo de juego con respecto a temporadas anteriores, pero carecieron de remate. El Ribadumia esperó sin pasar apuros, buscando siempre las contras y disponiendo a los seis minutos de la mejor ocasión sin duda, tras una buena asistencia de Jonatan que Cerqueira no consiguió definir.

El conjunto ourensano seguía acusando cierto nerviosismo por el debut, con hasta siete caras nuevas en su alineación titular. A los once minutos desperdició una buena ocasión Cabanyes. El partido transcurría sin apenas aproximaciones con peligro a las portería y lo único reseñable fue que se detuviera el partido a los 25 minutos para que los dos equipos se refrescaran.

El encuentro discurría falto de ritmo y, por consiguiente, de errores que propiciaran oportunidades de gol. Todo hacía presagiar que el marcador inicial se iba a mantener al menos hasta el descanso, pero tras un balón largo, Titi Sanz lo intenta controlar tras superar a su marcador en el interior izquierdo, siendo despejado su remate por el portero visitante, Iván Parada.

El infortunio se cebó por el Ribadumia, ya que el esférico le llegó al zurdo Ilyes al borde del área y de disparo cruzado, con el guardameta desplazado, adelantó al Barbadás en un minuto clave. Todo un golpe moral.

Con el marcador a favor, quien tenía que arriesgar era el conjunto aurinegro, que dispuso de una buena contra a los siete minutos de la reanudación con internada por banda izquierda de Fran Fandiño y con remate sobre el primer palo de Ramón, que consigue despejar el meta portugués Rui para posteriormente alejar el peligro la defensa local. Poco después, en otro contralgope local, el remate de Nespereira salía por la izquierda de Iván Parada. Parecía que el ritmo del partido se intensificaba, pero los locales lo tenían muy claro.

Había que tratar de defender el resultado para comenzar la liga con buena dinámica y buscar alguna contra para cerrar el partido. Al Ribadumia se le acumularon los problemas al quedarse en inferioridad numérica a falta de 20 minutos. Esta nueva situación propició que en su momento Juanito y Cabanyes dispusieran de sendas oportunidades para el Barbadás, saliendo el balón fuera de portería.

Eran momentos de desconcierto de los visitantes, que ya empezaron a acusar la desventaja de un hombre y en el marcador, no pudiendo generar llegadas con verdadero peligro a pesar de las rotaciones efectuadas por el entrenador. El Barbadás aprovechó esta circunstancia para seguir manteniendo la intensidad defensiva y con ello el marcador. El Ribadumia tratará de quitarse la espina en A Senra contra el Compostela.