Tras debutar en las categorías infantiles del Arosa S.C., Víctor García Cochón pasó por varios equipos, como el Villalonga, el Céltiga y el Ribadumia, antes de recalar en la entidad arlequinada como entrenador de base y, ahora, coordinador de la misma. Tras casi quince años entrenando equipos de diversas categorías inferiores, Cochón ha sido nombrado coordinador de la cantera del club vilagarciano.

- ¿Cómo afronta este reto de hacerse cargo de una de las canteras más fructíferas y organizadas de la provincia de Pontevedra?

- Con mucha ilusión y también con mucho trabajo, porque parece que no pero hay muchísimo trabajo detrás de cada equipo: tramitación de fichas, reuniones, fichaje de entrenadores... Cuento con buenos colaboradores, pero estar en la posición de coordinador requiere estar pendiente de todo.

- ¿El objetivo de una cantera es únicamente formar jugadores que puedan llegar al primer equipo?

- Evidentemente como club queremos que los niños vayan progresando y alcancen el nivel para competir en nuestro equipo sénior. Después, si algún niño destaca y supera el nivel del club, para nosotros es una alegría.

- ¿Cuántos niños formarán parte del filial este año?

- Aún estamos cerrando la plantilla pero rondarán los trescientos chavales, y a mayores tenemos que sumar los de la Arosa Escola, que es una liga cerrada de niños que no están federados.

- ¿Qué es lo más satisfactorio de trabajar con chicos tan jóvenes?

- La ilusión que ellos muestran por practicar este deporte es lo que más te llena.

- ¿Qué valores intentan trasmitir a los niños desde el club?

- Yo creo que el deporte en general, no solo el fútbol, es una herramienta perfecta para trasmitir valores y formar personas. La intención es inculcarles una serie de principios que les sean útiles en su vida, su trabajo y su familia.

- En este sentido, ¿considera que les perjudica la imagen actual que trasmiten algunos futbolistas de elite?

- Efectivamente. Lo cierto es que no nos lo ponen nada fácil con ciertas actitudes que tienen algunas estrellas, porque los niños se influencian mucho por lo que ven en la televisión. Pero nosotros tenemos que luchar contra esto e inculcar a los pequeños valores como el hecho de aceptar una derrota deportivamente.

- Incluso se ha visto que ante este tipo de situaciones muchas veces los niños han llegado a ser más razonables que los propios padres o entrenadores.

- Sí, es algo que últimamente hemos visto mucho en los medios y es algo que todos como sociedad debemos intentar cambiar. Entre todos debemos aportar nuestro grano de arena e intentar erradicar este tipo de conductas antideportivas.

- Muchos de los niños que sueñan con convertirse en futbolistas piensan que los estudios no les van a servir de nada y deciden apostar al 100% por el fútbol. ¿Cómo intentan desde la cantera del Arosa evitar esta situación?

- Nosotros la idea que tenemos es que ninguno de los niños va a vivir del fútbol. Intentamos trasmitirle la idea de que esto es un hobby porque de cada 3.000 niños solo uno llega a ser profesional. Si después entre todos aparece uno que tiene la suerte y las condiciones de poder vivir del fútbol, aunque sea durante un período de su vida, pues perfecto, pero el resto acabará viviendo a partir de la formación que tenga. Por esto, cada entrenador trabaja sobre el grupo y le damos mucha importancia al tema de los estudios.

- Otro tema que también es muy importante es la nutrición. No solo porque son deportistas, sino porque son chicos en plena edad de desarrollo. ¿Qué consejos o pautas alimenticias se le dan a estos jóvenes?

- Desde el Arosa buscamos darle a los padres la información necesaria para que controlen la alimentación de sus hijos, porque al final son ellos los que se encargan de esa tarea. Y ya con los grupos mayores, como por ejemplo los juveniles, sí trabajamos directamente con ellos este tema.

- ¿Qué cree que puede aportar usted al progreso de esta cantera?

- Yo lo que intentaré es que el nivel que esta cantera lleva años demostrando se mantenga ahora que estoy yo en el cargo. No tengo una fórmula mágica para llevarlo a cabo, solo ilusión y mucho trabajo.