A pesar de haber cuajado una excelente campaña deportiva, en el plano institucional, el Villalonga no atraviesa su mejor momento ya que lleva desde el inicio de la temporada buscando un relevo para la actual presidenta, Lorena González, que no acaba de aparecer. Esta situación ya le ha costado un serio disgusto al club, al ver como el técnico de las dos últimas temporadas, con el que se logró el ascenso a la Tercera División, Antonio Fernández, firmaba esta semana con el Alondras.

González reconocía ayer que "yo tengo la decisión tomada desde hace mucho tiempo y se la he comunicado a los socios a principios de esta temporada, en la que informé de que esta sería mi última temporada y que al término de la misma me marcharía". Esa comunicación se volvió a repetir en diciembre y en el mes de abril, advirtiendo que iba a dimitir de su cargo para que la persona que estuviese interesada en coger las riendas comenzase a acercarse a la directiva para conocer de primera mano la situación del club.

Ese acercamiento no se registró y ahora todo se fía a la asamblea que la entidad celeste va a celebrar el próximo domingo en su sede, encuentro de los socios en el que tendrá que salir un responsable, sea a través de una gestora o a través de una nueva directiva. "Hay muchos compañeros de la actual directiva que están dispuestos a continuar con el nuevo presidente, pero hasta el momento, lo único que tenemos son rumores, porque en firme, no ha habido ninguna propuesta para llevar las riendas del club". González quería cerrar cuanto antes esta situación para que "el nuevo equipo tuviese tiempo suficiente de confeccionar la plantilla", pero no ha podido ser, ya que el nuevo equipo tendrá que fichar un nuevo técnico para el proyecto.