El torneo internacional Arousa Fútbol 7 volvió a demostrar los motivos por los que está considerado como uno de los mejores del mundo, no solo por la calidad de los equipos que acuden cada año al evento, si no también por suponer una experiencia inolvidable para niños de culturas futbolísticas y realidades sociales muy diferentes que, durante tres días, cruzan sus caminos en la pequeña ciudad de Vilagarcía.
Alberto Diz, uno de los responsables del torneo, se mostraba ayer satisfecho con la actividad desarrollada este año por el torneo, cuyo único inconveniente fue "una cuestión que no está en nuestra mano, la lluvia, pero creo que supimos solucionar ese imprevisto con solvencia pese al volumen de trabajo que teníamos". De hecho, a la finalización del campeonato, la organización consultó a todos los equipos sobre sus impresiones y "la respuesta fue unánime, mostrándose todos encantados con la organización y por haber podido vivir una experiencia que consideran inolvidable para niños de tan solo 12 años de edad".
En cuanto al nivel deportivo, Diz asegura que "estaba garantizado desde antes del inicio, ya que iban a participar algunas de las mejores canteras del mundo, por eso me quedo con la convivencia que se llevan los niños, ya que este torneo les sirve para conocer culturas y enfoques deportivos muy distintos que les ayudarán a crecer en el mundo del fútbol".
En esta ocasión no hubo participante de la MLS, ya que el Orlando City se encontró con muchos problemas para acudir, lo que obligó a la organización a recurrir a uno de los clubes que más se ha volcado con la AF-7, el Espanyol, cuya participación se solventó en un solo día y que puso todas las facilidades para que su equipo alevín regresase a Vilagarcía, algo que la organización agradece.
La situación en la que quedó el campo de A Lomba es una de las cuestiones a la que se buscará una alternativa. Diz asegura que "es muy complicado; es cierto que existen más campos de fútbol, pero no con la capacidad de soportar una logística como la que necesita el Arousa Fútbol 7". Reconoce que el gran número de encuentros disputados, unido a la lluvia "acabó dañando el campo, pero este ya no se encontraba en unas condiciones óptimas cuando comenzó el torneo, algo que deberá analizarse en el futuro". El estado del campo fue lo que motivó que las finales de consolación se desviasen al recinto de Bamio para frenar su degradación.
Cada edición de la Arousa Fútbol 7 deja también sorpresas muy positivas. En la de este año, la gran sorpresa fue la AFA Angola, que "demostró que tiene un perfil de trabajo muy interesante, demostrando desde el inicio que podía entrar perfectamente en el baile de los favoritos". Diz señala que la escuela "está trabajando con conceptos de fútbol europeos, a los que les gusta jugar con el balón y no abusar del físico, algo que fue muy valorado por todos los clubes que se enfrentaron a ellos".
Solapados por la irrupción de la AFA Angola se quedó otro de los equipos que causó una grata impresión, el Xuventude de Oroso, que llegó a la fase final a través de la previa y consiguió convertirse en el primer equipo gallego de su grupo, donde también formaban Deportivo y Celta de Vigo. "Han sido los abanderados de la previa y ha demostrado que es uno de los clubes de Galicia que mejor está trabajando la cantera", señala Diz.
Deportivamente, la gran novedad de este año, el Wellington neozelandés, no aportó mucho, pero si se convirtió en una de los grandes atractivos, ofreciéndonos "imágenes impagables" como las hakas antes de sus partidos.
