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baloncesto - Femenino

La armonía que enaltece el éxito

El Harbour CLB confirma que la fidelidad a una filosofía está por encima del resultado

La plantilla naranja se medirá ahora al Costa Ártabra de Ferrol por el título autonómico. // I. Abella

Son tantas las generaciones de jugadoras que han disfrutado del baloncesto en Vilagarcía que es hasta cierto punto necesario que haya más de un equipo sénior para seguir disfrutando del deporte de toda la vida cuando ya se ha cumplido la mayoría de edad.

Solo era necesaria la inquietud de alguien para poder dar forma a esa posibilidad de seguir compartiendo momentos alrededor del deporte de la canasta. El Basket Base Club se convirtió en el marco adecuado para volver a apasionarse y la amistad fue el pegamento necesario para dar forma a un proyecto que permitiría volver a competir desde una nueva perspectiva.

Las propias jugadoras fueron las impulsoras de la creación del equipo. Luego, ya el CLB asumió la cobertura administrativa necesaria así como el respaldo económico y técnico para proseguir el camino iniciado. Tal es el nivel de implicación de las jugadoras que incluso no lo dudaron a la hora de buscar pequeñas colaboraciones económicas para poder ayudar en los costes necesarios para competir a nivel autonómico.

Para el banquillo hacía falta una persona que conociese de primera mano el espíritu innegociable del equipo. El vilaxoanés Pablo Quintáns aceptó el reto y su mano maestra a la hora de dirigir el grupo ha sido clave en la excelente temporada realizada.

El ascenso a Primera Autonómica tiene aún mayor valor en un equipo que nunca sucumbió a la ambición deportiva. Sus principios se mantuvieron inalterables y el reparto de minutos, la solidaridad y el buen ambiente se consideraron siempre muchos pasos por delante del resultado final. El espíritu de equipo nunca se vio resentido, ni siquiera en los momentos de duda como cuando Porriño se acercó a un solo partido de distancia del liderato.

"La esencia del equipo y su razón de ser siempre estuvo presente. Las jugadoras siempre lo tuvieron claro y los resultados vinieron por añadidura. El compromiso y la calidad que tienen puso las cosas más fáciles", señala Quintáns.

La travesía competitiva del Harbour CLB se vio además fortalecida por esa armonía reinante. La piña que formó el equipo ayudó también a ir ganando partidos, uno tras otro, apuntalando un crecimiento sobre la cancha que ya se podía intuir tras su primera temporada. Doce victorias consecutivas fueron su extraordinario arranque en el presente curso, pero ni siquiera eso fue motivo suficiente como para dejarse obnubilar por la palabra ascenso. Tampoco las pocas derrotas supusieron ningún tipo de alteración en las cartas de navegación.

Y de manera fluida y sin ansiedades de ningún tipo, el ascenso llegó y lo hizo tras ganar 19 victorias en 22 jornadas para hacerse con todos los honores con el título de campeón del grupo sur de Segunda Autonómica con el consiguiente ascenso de categoría.

Las artífices de tal mérito fueron Andrea Martínez, Desiré Martínez, Mar Doval, Marta Arroyo, Marta García, Eva Arines, Carla Abalo, Ana Díaz, Clara Arines, Sara Gañete, Teresa Somoza, Lara Louzao y Marta Carregal. Una plantilla que todavía tiene la posibilidad de lograr el título autonómico de la categoría con el enfrentamiento a doble partido frente al Costa Ártabra de Ferrol, primer clasificado del grupo norte. Pero eso ya es otra historia. La categoría humana es la que realmente anteponen a cualquier cosa.

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