A Senra es un campo demasiado pequeño para acoger un evento como la Copa de Campeones juvenil, sobre todo, si se enfrentan las canteras de dos equipos como el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Las limitaciones del campo ribadumiense quedaron en evidencia, con gente por las escaleras y pegada a las vallas viendo las evoluciones de jugadores que, en el plazo de unos pocos años, pueden formar parte de la Primera División.

El desastre organizativo en el que se convirtió el acomodamiento del público no se trasladó a la cancha, donde Atlético de Madrid y Real Madrid ofrecieron un bonito espectáculo, con dos equipos que buscaron la victoria y su pase a semifinales prácticamente desde el inicio. Los de José María Gutiérrez "Guti", se acabarían llevando el triunfo, pero antes tuvieron que sudar mucho ante un Atlético que no vendió barata su piel.

De hecho, los rojiblancos se adelantaron en el marcador nada más iniciarse el encuentro, con un tanto de Giovanni. Ese gol fue contrarrestado por Óscar en un lanzamiento de falta magistral tan solo tres minutos después. Los dos equipos llegaron al descanso igualados en el marcador, pero nada más iniciarse la segunda mitad, el Madrid conseguía deshacer el empate gracias a un tanto de Fran García.

El campo de Ribadumia también acogió el encuentro Las Palmas-Villarreal, mientras que por la mañana, el campo de Baltar, en Portonovo, fue el escenario en el que se enfrentaron Málaga-Barcelona y Celta-Osasuna. Tanto Málaga como Celta de Vigo consiguieron su pase a la semifinal.