El fútbol es siempre pasión y devoción por unos colores, pero también puede convertirse en la excusa perfecta para convivencia, fiesta y hermanamiento. Eso fue lo que se vivió ayer en A Illa de Arousa, donde dos peñas muy significativas de Celta de Vigo (Carcamáns) y del Athletic de Bilbao (Zazpiak Bat) celebraron un bonito hermanamiento entre aficiones, una imagen que se viene repitiendo desde hace tres años cada vez que ambos conjuntos cruzan sus caminos en la Liga. Medio centenar de hinchas bilbaínos se personaron en la Taberna dos Baláns, sede oficial de Carcamáns para celebrar una comida en la que no faltó mejillón con Denominación de Orixe Protexida (DOP) y una paella de más de veinte kilogramos, además de empanada y otros productos gastronómicos de la ría de Arousa.

La camaradería entre ambas peñas lleva años gestándose, ya que integrantes de ambos lados gestaron amistad en sus viajes a Vigo o Bilbao respectivamente, pero hace tres años, los dos colectivos quisieron dar un paso más en esa unión y decidieron hermanarse, y siempre que la locura de horarios que impone la Liga de Fútbol Profesional (LFP) lo permite, el viaje es obligatorio para sus integrantes. En esta ocasión, la coincidencia del encuentro con el puente festivo del Primero de Mayo ha permitido que el desplazamiento bilbaíno haya sido masivo.

Además de la comida fraternal entre las aficiones, en el que no faltó el intercambio de camisetas y bufandas entre sus integrantes, los bilbaínos también aprovecharon para conocer el pequeño municipio arousano antes de embarcar en el autobús rumbo a Vigo, en cuyos hoteles están alojados. El presidente de la peña celtista de A Illa, Belermo Dios, no dudaba en asegurar que "el fútbol también tiene estas cosas, permite conocer a gente y culturas de otras latitudes en un clima de fiesta y camaradería que debería ser lo habitual, aunque desgraciadamente, no siempre es así".