El Arosa afronta un nuevo match ball. Será el domingo en A Magdalena ante un Rácing Vilalbés con el que comparte la cifra de 59 puntos en su casillero. El primer partido de los cuatro definitivos de la temporada, pero el hecho de tener enfrente a un rival directo añade una evidente plusvalía a los puntos en litigio.

Tendrán los vilagarcianos que mostrar su mejor versión ante un rival que pasa por ser el equipo que más rentabilidad ha sacado al hecho de jugar como local. Los datos descubren que los lucenses han conseguido 43 puntos de los 51 totales disputados en A Magdalena. Trasladado a porcentajes se especifica que casi el 73% de los 59 puntos totales que suma el equipo de Óscar Gilsanz han sido conseguidos delante de sus aficionados.

En esa línea de rendimiento de los lucenses también se observa una tendencia a la baja en cuanto a resultados. Sin ir más lejos, el Vilalbés ha perdido dos de sus tres últimos partidos como local. Bergantiños y Barco se llevaron el triunfo de A Magdalena en el último mes de competición. Y por ahí se encuentra una de las pistas claras que pueden ayudar a marcar la hoja de ruta del Arosa. La conclusión es que los únicos dos encuentros que han perdido los lucenses en su feudo esta temporada han coincidido con los dos únicos partidos en lo que se quedó sin ver portería.

El duelo en A Magdalena es además estratégico para el Arosa en muchos sentidos. Y es que la jornada presenta además el duelo en Carballo entre el Bergantiños y el Rápido de Bouzas, o lo que es lo mismo, el cuarto clasificado que recibe al segundo. Incluso hay más cuestiones que también tienen que ver en la trascendencia del partido en A Magdalena. Sin ir más lejos, que será el primero de dos desplazamientos consecutivos para los de Jorge Otero puesto que el próximo domingo también tendrá que rendir visita al desahuciado Órdenes.

Una de las cuestiones que el Arosa tendrá que mejorar sustancialmente de cara a lo que le viene por delante, empezando por Vilalba, es todo lo referido a sus números como visitante. En los últimos ocho desplazamientos, los vilagarcianos solo han sido capaces de sumar una victoria. Teniendo en cuenta que tres de sus últimos cuatro encuentros serán a domicilio, la necesidad de un cambio de dinámica es más que evidente.