Si importante ya era de por sí para el Arosa el duelo del domingo ante el Bergantiños, la derrota cosechada en Santiago ante el Compostela ha aumentado todavía más la trascendencia de los tres puntos. Y es que tal es la igualdad que presenta la pelea por tres de las cuatro primeras plazas que las siete jornadas que restan apuntan a batalla encarnizada.
Al margen de la necesidad de seguir sumando, los de Jorge Otero también pondrán encima de la mesa ante los de Carballo la posibilidad de demostrar que el 4-0 de San Lázaro fue un mero accidente. A ello se le añade que el Bergantiños llegará a la cita prácticamente en las mismas condiciones que lo hizo el Compostela, es decir, sabiendo que una derrota les descartaría casi por completo de la pelea por el play-off.
A falta de siete jornadas, los puntos ya adquieren una plusvalía que alcanza su máxima expresión en los enfrentamientos directos. Por este motivo, el choque entre el Arosa y el Bergantiños adquiere una notoriedad aún mayor dada la cercanía de ambos equipos en la clasificación. Conviene recordar que los vilagarcianos solo suman cuatro puntos más en su haber que su próximo rival.
Por si fuera poco también está latente el extraordinario momento de forma por el que atraviesan los visitantes. Su capacidad competitiva queda de manifiesto en el hecho de sumar hasta trece jornadas consecutivas sin perder. Siete victorias y seis empates adornan una trayectoria que les ha llevado a entrar con fuerza en la nómina de candidatos a disputar el play-off. Sin ir más lejos han sido capaces de sumar 16 de los últimos 18 puntos en disputa.
En el apartado de buenas rachas tampoco conviene pasar por alto la que protagoniza como local el propio Arosa, que ha ganado de manera consecutiva sus seis últimos enfrentamientos como local a la espera de ampliar su serie.
