El Rasoeiro tuvo contra las cuerdas al Porriño pero le indultó en cinco minutos fatídicos, los que transcurrieron entre el 37 y 42 en que, tras perder una contra para ponerse cuatro arriba, encajó un parcial determinante de 1-5.

Cuajaron un buen partido los grovenses peleando de lleno los puntos a todo un segundo clasificado. Los visitantes arrancaron mandando con un parcial de 0-3 y mantuvieron ventajas hasta el 14 en que, a fuerza de tesón, el Rasu, con gol de Moto, colocaba las tablas (7-7). De ahí al descanso el partido se mantuvo con sucesivos empates y rentas mínimas para los visitantes, si bien Alberto, casi sobre lo bocina, ponía por primera vez al Rasu arriba (14-13).

El efecto anímico de la remontada se prolongó. Un Rasu envalentonado tuteó al Porriño y lo colocaba contra las cuerdas al cobrar una renta de tres y disponer de una contra para irse de cuatro, pero Quito marró la asistencia. Las ilusiones se precipitaron en un abrir y cerrar de ojos para el Rasu. Una serie de malas decisiones, junto con la rigurosidad arbitral en varias acciones en ataque de los grovenses, metieron de nuevo en el partido al Porriño. Los grovenses encajaron un parcial de1-5 que ponía a los visitantes de nuevo arriba (18-19).

Aquello fue una losa. A partir de ahí el Rasu, lamentando aún la oportunidad perdida, fue presa de unos nervios y de una precipitación que les condenó. Aún por debajo, se mantuvo a tiro hasta el 47, pero sin ser capaz ni de aprovechar las superioridades numéricas de que dispuso, incluso con momentos de dos más sobre la cancha. Sólo tres goles en el último cuarto de hora fue el pobre bagaje que acabó dando la puntilla a las opciones grovenses.