El Kemegal Cortegada tiene esta tarde en Fontecarmoa una magnífica oportunidad para sacarse la espina de su último partido como local. Aquella derrota ante el Universidad de Oviedo fue la última comparecencia del equpo de Rubén Domínguez ante su afición. Hoy le tocará volver a su plaza para recibir al otro equipo asturiano de la competición, un ADBA Avilés que ocupa la penúltima plaza con solo cinco victorias en 18 encuentros.

Los precedentes otorgan de manera irrevocable la etiqueta de favorito al equipo vilagarciano. Y es que además de las siete victorias que median entre ambos equipos, el conjunto avilesino todavía no sabe lo que es ganar como visitante en lo que va de temporada.

El triunfo en juego es además importante por el hecho de que el próximo encuentro será la visita al Arxil de Pontevedra que, además de eterno rival, es el más inmediato perseguidor del Kemegal Cortegada a dos partidos de distancia.

Además de la amenaza que supone los principales referentes en el juego asturiano, como son los casos de Rudiane Eduardo, Eva Rupnik, Andrea Malanda o Jovana Mandic, en el subconsciente del equipo vilagarciano está muy presente el nivel de dificultad que atravesaron en el partido de la primera vuelta donde terminaron imponiéndose por solo tres puntos de diferencia (47-50).