El Silva sumó una importante victoria para acercarle un poquito más a su objetivo que no es otro que la salvación ante un rival directo, el Céltiga, que aleja ya a seis puntos. La victoria es justa ya que es un premio a la ligera superioridad de los locales en este choque, en el que los isleños nunca estuvieron cómodos.

El partido estuvo marcado por el fuerte viento que soplaba en Grela 1 y que dificultó el juego de ambos conjuntos. Lo acusaron especialmente en la primera parte ya que ni Silva ni Céltiga fueron capaces de crear juego ni ocasiones de gol y en la que los porteros fueron meros espectadores.

Tras el descanso se decidió el partido. Apenas había transcurrido un minuto cuando el extremo local Real fusiló a Marcos Bermúdez con un buen disparo. Buen gol del jugador blanco. Tras el gol intentó reaccionar el Céltiga para buscar el empate. Los visitantes lo hicieron pero tímidamente, intentaron combinar más pero apenas llegaron con peligro a la meta defendida por Guillermo.

Entre tanto, creció la tensión y la intensidad, sobre todo en la parcela central donde se generó una guerra de guerrilla que desembocó en un aluvión de tarjetas. Hasta doce tarjetas amarillas sacó el atribulado colegiado Álvarez Calderón, el local Larusso la vio por partida doble en el tiempo añadido en el que los locales se defendieron con orden para mantener un 1-0 que les da tres buenos puntos para alcanzar ya los 33 y seguir en la zona media de la tabla, a una distancia prudencial de la zona peligrosa. Esta victoria era necesaria porque los de Bardanca solo habían sumado dos en los últimos once partidos y en Grela 1 solo habían sumado una en los últimos seis partidos. El Céltiga se queda como el equipo que marca la salvación y dependiendo de posibles arrastres.