El hecho de que el Arosa se haya convertido en una candidatura seria a disputar el play-off esta temporada se cimienta en aportaciones como la de sus dos centrales más habituales. Aitor Díaz y Pablo Rivas se han convertido en la sociedad defensiva más productiva ante el marco contrario de toda la categoría. Sus excelentes números respecto al marco rival han supuesto un recurso de primer orden para los vilagarcianos. Basta con descubrir que ocho de los 31 goles marcador por su equipo llegaron de la habilidad rematadora de sus dos stoppers.
En el caso de Rivas, el central padronés se ha convertido incluso en el máximo goleador del equipo. A sus cinco dianas en liga hay que sumar la conseguida en la Copa RFEF. Ni el propio jugador da crédito a su condición de mejor artillero del equipo, "es raro que un central a estas alturas de temporada esté ahí arriba, pero también es verdad que en el Arosa este año el gol está muy repartido".
El oficio de delantero no tiene precedentes en el caso de Rivas. Recuerda que la posición en que más se acercó a portería fue jugando de mediapunta en sus tiempos en el Flavia. Muy habilidoso en las acciones a balón parado, el jugador comparte el mérito con sus compañeros, "trabajamos mucho la estrategia y a eso tienes que añadirle algo de fortuna para marcar. También está claro que sin un buen lanzador y sin los movimientos de los compañeros sería casi imposible haber hecho tantos goles".
Aitor Díaz se encarga de corroborar por méritos propios y trayectoria aquellos que no pocos afirman a la hora de catalogarle como el mejor cabeceador de la categoría. Tres goles en liga y uno en Copa RFEF adornan el rendimiento del marinense. "Recuerdo que recién salido de juveniles en mi primer año en Tercera División con el Portonovo un muy buen año de goles. Desde entonces mi media suele ser de tres goles por temporada", explicó el central marinense.
Hasta la edad infantil Aitor jugaba en la posición de interior derecho y fue su propio padre quien le orientó hacia la posición de central en las filas de la extinta escuela de fútbol Porvir. De allí dio el salto al Pontevedra empezando a mostrar su capacidad para el remate.
Acerca del hecho de tan excelsa producción rematadora el marinense reconoce que el mejor secreto para imponerse en el área es "el de ir con fe y con confianza al remate. Luego están las estrategias que también son importantes, pero si a un balón aéreo no vas convencido de que va a ser tuyo es muy difícil marcar".
La exigencia de Aitor Díaz respecto al rendimiento colectivo le llevan a señalar que "aún tenemos que corregir detalles para poder estar arriba. Lo más importante es mejorar en las dos áreas. Tenemos que ser capaces de dejar nuestra portería a cero más veces y delante sacar un poco más de provecho a todas las situaciones que generamos".
Tras haber disputado cuatro play-off de ascenso defendiendo la camiseta del Cerceda, Díaz deja bien claro que "las segundas vueltas siempre son más complicadas. Tenemos que trabajar igual de bien que hasta ahora y no relajarnos porque los equipos ya se conocen y todo está más igualado".
