Al Ribadumia le dejó sabor a victoria el empate cosechado ante el Bergantiños en As Eiroas (1-1) por un penalti atajado por Manu Táboas ante el local Álex Pérez en el minuto 85. Eso sí, resultó muy rigurosa la infracción señalada. También desde el punto de penalti se habían adelantado los visitantes. El Bergantiños puso algo más empeño por vencer y, con una victoria y tres empates, cerró un decepcionante periplo de cuatro partidos consecutivos como local. Por su parte, el Ribadumia, en el que aún no debutó el recién fichado Roberto Otero (Cerceda), mantiene cinco puntos sobre la zona de descenso.

La primera parte fue plena de intensidad y de ganas de vencer. Álex Pérez y Adrián Camiño, éste de falta directa, abrieron las hostilidades. En el minuto 20, el colegiado no dudó en señalar penalti por una zancadilla de Josito a Agus cuando éste encaraba al portero tras un servicio de Changui. Precisamente, Changui se encargó de abrir el marcador desde el punto fatídico. Manu Táboas tuvo que emplearse con solvencia ante Álex Pérez y Roberto Piñeiro. Entre una y otra acometida, el visitante Fran Fandiño desaprovechó un mano a mano.

El Bergantiños igualó la contienda en una acción larga: un centro-chut de Nacho desembocó finalmente en un ajustado disparo por bajo del lateral Aarón desde fuera del área. Pudo empatar el Ribadumia, posicionado con trío de centrales durante todo el envite, tres minutos después, cuando Fran Fandiño cabeceó a bocajarro a las manos de Christopher un centro de Hugo.

Bajó el caudal ofensivo tras el descanso. Solo inquietó el equipo aurinegro en una cabalgada de Fran Fandiño con un tiro cruzado fácil para Christopher. Con más corazón que cabeza, el Bergantiños tuvo el dominio y se encontró con una acción ideal para ganar. Poco después de un tiro de Borja Facal, el propio lateral cayó empujado en un barullo dentro del área y el vigués Dávila Fernández señaló penalti por sorpresa.

Sin embargo, no se materializó el triunfo local, porque Manu Táboas adivinó la intención del lanzador, Álex Pérez, y repelió el esférico a falta de cinco minutos para cumplirse el tiempo reglamentario.