Octava victoria del Xuven en trece partidos. Ahí es nada. Los de Manu Santos volvieron a mostrar su fortaleza levantándose en Albacete tras el tropiezo ante Navarra. Y no fue fácil. Tocó emplearse ante un rival que estrenaba ayer americano, James Anacreon, y que nunca arrojó la toalla pese a que estuvieron durante muchos minutos por detrás en el marcador.

El juego interior manchego empezó dominando el juego. Bien es cierto que muchas de sus canastas nacían de las ventajas que generaba su base Davis. El partido era de ida y vuelta y el Xuven aceptó ese ritmo sabedor que en él se encuentra más cómodo, aunque el acierto se le estaba resistiendo.

Fue a raíz del segundo cuarto cuando las canastas en transición aparecieron en base a un mayor control del rebote, pero el marcador seguía enmarañado en sucesivos empates, llegándose al descanso coincidiendo con la máxima ventaja del Xuven en toda la primera parte (34-39).

La aparición de Charles disparó a su equipo hasta la primera decena de ventaja. El Arcos Albacete intentó cambiar el ritmo con defensas alternativas, pero los de Manu Santos siguieron fieles a sus normas básicas de intensidad y fe en su estilo de juego.

Los locales apretaron el marcador hasta el 62-67 a poco más de tres minutos pero ahí apareció el acierto que estaba faltando. Brant Osborne anotó dos triples consecutivos que sirvieron para coger resuello (62-73). Parecía hecho, pero no. Se llegó a un 71-75 a falta de un minuto, pero al Albacete no acertó desde el tiro libre y el Xuven ya no le daría más opción y una canasta de Romera sentenció el choque.