A falta de una jornada para alcanzar el ecuador de la liga en Tercera División, el Arosa ya está en unos números más propios de épocas pretéritas en las que el club se codeaba con solidez entre los candidatos al ascenso a Segunda División B. El dato elocuente está en que los 32 puntos que ostentan los vilagarcianos en las primeras dieciocho jornadas ya suponen el mejor promedio de productividad clasificatoria de los últimos 24 años.
El empate conseguido en San Pedro, octavo en lo que va de temporada, ha servido para alcanzar una puntuación que no se alcanzaba desde hace concretamente 18 años. Corría la temporada 98/99 y la primera vuelta de los arlequinados se cerró con un notable balance de nueve victorias, cinco empates e igual número de derrotas para completar los 32 puntos. Una cifra que supone el récord de puntos alcanzados en una primera mitad de la temporada por el Arosa en las dos últimas décadas y que puede ser batido en caso de sumar el próximo domingo ante el Rápido de Bouzas en A Lomba.
Para localizar las temporadas en las que el Arosa llegó a la mitad del calendario con más de treinta puntos hay que realizar un repaso muy exhaustivo a su trayectoria. En la última décadas solo en las campañas 14/15 y 13/14 se superó esa barrera con 30 y 31 puntos respectivamente. A ellas se le une la ya mencionada 98/99 y también la 97/98 con 32 y 30 puntos.
Para encontrar una primera vuelta mejora que la que están protagonizando los vilagarcianos hay que remontarse a un curso muy significativo, concretamente al 92/93 en el que el Arosa se proclamó campeón de liga en el grupo I de Tercera División y terminó la primera vuelta con 27 puntos en una competición en la que por aquel entonces la victoria solo contabilizaba dos puntos. Ese bagaje de 10 victorias, siete empates y dos derrotas, trasladado a la puntuación actual, se traduce en unos 37 puntos a los que el actual Arosa no llegará ni superando el próximo domingo al Rápido de Bouzas.
Números al margen, el conjunto arlequinado prefiere seguir mirando hacia adelante. Además ahora que el calendario entra en una fase de máxima exigencia al tener que medirse a rivales de la entidad del Rápido de Bouzas, Choco, Cerceda o Negreira. Si bien a favor de las posibilidades de éxito juega el hecho de que tres de esos encuentros se jugarán en A Lomba.
Otros buenos síntomas son, por ejemplo, el haber dado un paso adelante en lo que a contundencia defensiva se refiere. Un solo gol encajado en las últimas cuatro jornadas es otra cuestión que sirve para refrendar el buen momento que atraviesa un equipo que solo ha perdido un encuentro en los dos últimos meses de competición y que proyecta en positivo.
