El ambiente que ayer se presenció en San Pedro recordó al de las mejores tardes. La grada del feudo celeste se llenó hasta los topes para presenciar un partido que en lo futbolístico no respondió a las expectativas a tenor de la buena trayectoria de ambas escuadras.

Alrededor de las cuatro de la tarde ya se podía observar una afluencia mayor de lo habitual en Vilalonga. A los fieles del equipo local se les sumó en este caso una nutrida representación del Arosa que quisieron estar del lado de su equipo en uno de los desplazamientos más cortos del año.

La bonanza climatológica también jugó a favor de un desplazamiento importante de aficionados desde Vilagarcía. La buena marcha del equipo de Jorge Otero, peleando por instalarse en zona de play-off, sumada a la buena trayectoria del Villalonga, hacía que el partido tuviese todos los ingredientes necesarios para una buena tarde de fútbol.

Solo el mal estado del terreno de juego se convirtió en el invitado no deseado a la tarde de ayer. El césped de San Pedro no estuvo a la altura del encuentro y es el propio Villalonga el que más está padeciendo esta circunstancia a lo largo de todo el año. La muestra está en que solo once de sus 26 puntos totales han llegado al abrigo de su afición, siendo además el equipo de Antonio Fernández el que más puntos ha conseguido a domicilio de toda la competición.

En el caso del Arosa, el empate final ha supuesto encadenar la quinta jornada consecutiva puntuando. Tres triunfos y dos empates jalonan el devenir de los de Jorge Otero en unas semanas en las que la carga de partidos continuará en modo intenso. Sin ir más lejos, el miércoles jugarán en El Toralín la vuelta de la eliminatoria de la Copa RFEF ante la Ponferradina mientras que el domingo recibirán en A Lomba al Rápido de Bouzas, líder con 40 puntos.

El Villalonga, que también suma cinco jornadas sin perder, tendrá más descanso para poder cerrar la primera vuelta como desea en la visita al Órdenes