El Sigaltec puso fin a una racha de cuatro derrotas consecutivas ante el Viña do Campo Ribadavia. El alto ritmo de juego impuesto por los locales se convirtió en una dificultad añadida para los ourensanos que bajaron considerablemente su nivel de oposición en el último cuarto.
Hasta ese momento los naranjas siempre fueron por delante en el marcador. La velocidad en las transiciones le permitió subir puntos al marcador a un nivel mucho más elevado que en partidos anteriores. Solo los problemas en el rebote defensivo impedían a los locales alcanzar ventajas mayores.
Con Veras como clarísimo referente ofensivo, los ourensanos se fueron agarrando en el marcador gracias a bajar el ritmo ofensivo de su rival con una defensa en zona. Con todo ello se llegó al descanso con un 39-33 para el Sigaltec.
El Viña do Campo persistió en su defensa, pero cada vez el partido se le hacía más largo. El acierto en el lanzamiento exterior de los vilagarcianos, unido a un claro dominio del rebote de ataque, hizo que las diferencias se disparasen coincidiendo la máxima ventaja con el bocinazo definitivo.
En lo que respecta al O Meco Rafonca la larguísima lista de lesionados se hizo notar por segunda semana consecutiva. La derrota en la cancha del Bosco Salesianos de Ourense (71-51) resultó inapelable debido a la escasa rotación de jugadores de la que disponía Manu Bello y que se hizo notar en una complicada segunda mitad.
A ello se le unió la experiencia de jugadores como Sony Vázquez y Rubén Fernández en las filas locales para castigar cualquier error de un equipo grovense que formó con Little (14), Dani (8), Xoan (5), Popo (-), Tanque (18), Adrian (-), Rodri (4), Hakeem (-) y Torres (2).
