El Arosa ha asaltado Calabagueiros con un postrero tanto de Sidibé que ha servido para asentar a los vilagarcianos en las cuatro primeras plazas. La lograda en la tarde de ayer en territorio valdeorrés encierra tras de sí un mensaje evidente de fortaleza. Toda una declaración de intenciones que reafirma la condición de aspirante a todo de los arlequinados, precisamente en inicio de dos semanas plagadas de partidos.

Además la tradición de buenos resultados del Arosa en O Barco se mantiene. Seis son las victorias consecutivas que ostentan allí. Un escenario de los más propicio para los intereses de un equipo que ya suma 27 puntos en su zurrón a la espera del parón navideño.

Con una alineación plagada de jugadores con experiencia en Segunda División B, el Barco mostró un tremendo respeto al potencial de su rival. No tuvo reparos en ceder terreno para la posesión de los de Jorge Otero tratando de conectar con la portería de Pazos con el contraataque como lanzadera. Muy pronto tuvo el Arosa su primera gran oportunidad. Llegaría en una acción a balón parado, pero el cabezazo de Rivas fue repelido por el travesaño.

La mayor parte de los minutos dejaron un juego basado en la disputa en la medular. Los vilagarcianos trataban de dar amplitud y profundidad a sus posesiones, pero tampoco sin caer en la trampa de desguarnecer su retaguardia. El plan de partido a ejecutar por los de Javi Rey se vio muy claro desde el principio y a los visitantes les tocaba ejercer el papel de equipo dominador, pero también inteligente para interpretar el escenario.

Enfrente un conjunto local que era incapaz de llegar con claridad a la portería rival. En este sentido las vigilancias de Aitor Díaz y Pablo Rivas a Ivi Vales y Javi Ballesteros también tuvieron mucho que ver en el devenir del partido. Así se llegó a un descanso en el que tocaba recomponer ideas, sobre todo en el plano ofensivo.

Los de Javi Rey salieron dispuestos a meter más presión en la medular, pero sin traducirse tampoco en un dominio claro. El partido parecía decantarse hacia un perfecto marco de actuación para jugadores capaces de filtrar pases entre unas líneas cada vez más juntas. Por ello Otero dio entrada a Hugo Soto y Julio Rey y el control del juego volvió a ser suyo. Poco antes dos disparos lejanos de Óscar y Sidibé apenas inquietaron a Vicente.

Quedaba claro que el partido caería del lado del equipo que más apostase por ello. Así, mientras los movimientos de fichas de Otero fueron claramente ofensivos, Javi Rey optaba más por reforzar su entramado defensivo. El partido se movía en minutos de incertidumbre, pero la voluntad del Arosa terminaría obteniendo recompensa ya en el tiempo de descuento.

Todo cambió a raíz de un córner que la defensa ourensana repelió en primera instancia. Para su desgracia el balón cayó en la zurda de Julio Rey que sirvió un perfecto balón a la llegada al espacio de Sidibé que conectó un cabezazo que superó a Vicente y congeló los ánimos de los muchos aficionados que acudieron a Calabagueiros.

Así se certificó un triunfo que se convierte en un inapelable golpe de autoridad a la espera de recibir el próximo domingo al Racing Villalbés nuevo líder de la categoría. Todo ello no sin antes disfrutar el miércoles (20.15 horas) en A Lomba de la ida de la eliminatoria de la Copa RFEF ante la Ponferradina.