Dolorosa derrota del Calmear Rasoeiro ante el Saeplast Cañiza por 27-31, en un partido en que los grovenses, muy intermitentes, apenas encontraron su ritmo de juego, lo que les condujo en la segunda parte a una sobreexcitación que les impidió recortar, aún cuando el rival se hallaba a tiro.

Lo cierto es que en el Nuevo Monte da Vila el Cañiza manejó siempre el tempo del choque. Lo hizo ya con ventajas desde el arranque mismo, si bien mediada la primera parte, la defensa incisiva del Rasu que buscaba más el robo de balón y tres paradas de Noya casi consecutivas, le permitieron colocarse uno arriba en el 21 (10-9, con gol de Sergio). Fueron los mejores minutos de un Rasu que parecía poder crecer anímicamente a partir de ahí. Sin embargo, la reacción no encontró continuidad y, de ahí al descanso, el partido se movió en una tónica de igualdad, con rentas cortas a favor de los visitantes y sucesivos empates, el último merced a un gol de Bruno sobre la bocina (15-15). Una vez más el arranque de la segunda mitad resultó adverso y, a la postre, clave para el devenir del choque. En él, en un abrir y cerrar de ojos, el Rasu encajó un parcial de 0-3 que llevó el marcador a un 15-18 que ya fue insalvable. Remaron lo suyo los grovenses haciendo la goma para ponerse a uno en ocasiones, la última en el 42 (20-21) y con balón para empatar. Pero la sobreexcitación ganaba terreno con el paso de los minutos ante un Cañiza que defendía cada vez más pegado a la línea de 6 metros, dificultando en extremo cada acción de un Rasoeiro al que le costaba un mundo anotar. Lo contrario del rival que lo hacía con relativa facilidad, lo que le permitía crecer en confianza ante un cuadro local atenazado cada vez más por la ansiedad y que empezaba a desesperarse en cada acción. Lo intentó Quito Parada en defensa con mixta sobre Andrés Piñeiro, que manejaba cada acción de los visitantes. El remedio fue si cabe peor y el Rasu, impotente, volvió a su 6-0 para acabar entregando un partido que puede acabar siendo vital para el devenir de la competición.

Los grovenses se quedan así penúltimos y en puestos de descenso. La recuperación anímica del equipo se presume necesaria ante la cita del próximo fin de semana, también ante un rival directo como el Carballal, antepenúltimo y con los mismos 4 puntos que el Rasoeiro.

Asmubal

Mientras, en segunda autonómica, nueva derrota del Asmubal, esta vez ante el Moaña por 24-27. Mandaron los meañeses con una ventaja máxima en el marcador de 4 hasta el minuto 20 en que, por un momento, los visitantes le dieron la vuelta.

Pero ahí emergió un bullicioso Pablo Garrido, determinante para aguantar el pulso anotador, y llevar a los suyos uno arriba el descanso (12-11).

Se repitió el guion en la segunda parte (15-11 en el 35), mas de nuevo reaccionó un Moaña cuyos jugadores se motivaban en cada acción ante un Asmúbal que, por el contrario, se venía abajo con estrépito en el plano físico y mental, tanto que el 54 caía de 3 y daba por entregado el choque.