El Arosa consiguió ayer una victoria de mucho trabajo y sufrimiento ante un Silva que logró encerrar a los arlequinados en su área a base de pelotazos en los instantes finales, y a punto estuvo de empatar el encuentro. El triunfo también sirve para acabar con algunos registros negativos, como son la ausencia de goles y las dificultades de los delanteros para ver la portería contraria. Ayer se marcó, y lo hicieron dos de los delanteros que puso en liza Jorge Otero. Además, el triunfo permite a los arlequinados regresar a los puestos de play off.

La única nota negativa fue la lesión de Vitra, que en el minuto 15, tuvo que retirarse lesionado tras sufrir un fuerte golpe con su compañero Aitor Díaz. En principio, todo apunta a que puede sufrir un esguince de cervicales, aunque durante la semana le harán pruebas para comprobar el alcance de la lesión. La primera parte del partido fue bastante anodina, con un Arosa que trataba de jugar el balón, pero que no encontraba ese último pase que le acercase a la meta de Guillermo, muy bien protegido por sus defensas. Los arlequinado recurrían a balones colgados desde los laterales en los que el meta visitante se mostró bastante seguro, mientras en la otra portería, el Silva apenas inquietaba a un Roberto Pazos que vivió bastante tranquilo. La Primera ocasión del partido fue para los locales, en un saque de falta lateral, ejecutado por Sergio Santos, que se fue envenenando hasta obligar a Guillermo a despejar con apuros. Era el minuto 7, y el encuentro comenzó a embarullarse en el centro del campo, con muchas pérdidas de balón y sin que ninguno de los dos equipos ejerciese un control claro. Los visitantes tuvieron su opción, en una internada de Pablo, que apuró hasta la línea de fondo, pero su centro no acertó a rematarlo Renán antes de que Pazos se hiciese con el esférico.

La lesión de Vitra obligó a Otero a retocar la defensa y el centro del campo, dando entrada al talentoso Julio Rey, que comenzó a asociarse con sus compañeros, aunque sería en la segunda parte cuando brillaría. La falta de acierto de ambos equipos en el área contraria condenaba al encuentro a resolverse en una jugada aislada y esta llegó para el Arosa cuando se enfilaba el descanso. Era el minuto 41 cuando Eloy Fariña realizaba un centro desde la banda izquierda, el balón se envenenaba y se sucedían una concatenación de errores de la defensa visitante que acababan con la pelota impactando en la mano de Larusso. El penalti lo transformó Sylla.

El gol espoleó al Arosa, que estuvo cerca de anotar el segundo en una jugada de Suso, cuyo pase a Julio Rey le dejó solo ante Guillermo. Él media punta regateó al meta visitante, pero su pase de la muerte fue despejado por un defensa.

El Arosa comenzó más enchufado la segunda mitad, y pudo hacer el segundo a los pocos minutos, cuando Cabanyes se plantó solo ante Guillermo, pero su disparo se estrelló en el portero visitante.

Los arlequinados mejoraron y dominaban lo que propició dos ocasiones de Sylla, en las que el delantero no supo definir.

El segundo gol se mascaba tanto que acabó llegando. Otra vez Eloy Fariña volvía a centrar desde la banda izquierda al segundo palo, donde aparecía Hugo Soto para empujar con el pecho el balón y alojarlo en el fondo de las mallas.

Con esa ventaja en el marcador, el Arosa dio un paso atrás para conservar el resultado y tratar de cerrar el partido a la contra, mientras el Silva, con más corazón que cabeza, trataba de cercar la meta de Roberto Pazos. A falta de 10 minutos para el final, los coruñeses añadían emoción y tensión al resultado. En una jugada aislada, João se revolvía y soltaba un latigazo desde fuera del área que se colaba en la meta de Pazos. Solo cuatro minutos después, Movilla fallaba el empate.

La tensión provocó que el encuentro se volviese excesivamente bronco en los instantes finales, con varias agresiones que el árbitro prefirió no ver. Los coruñeses acabaron con ocho jugadores en campo contrario y Cuesta estuvo cerca de empatar el partido en el descuento.