El Negreira hurgó en la herida de un Céltiga al que se le nota falto de confianza en sus posibilidades en las últimas semanas. Cuatro derrotas en los cinco últimos encuentros obligan a los de A Illa a no demorar una reacción para mantenerse en la excelente línea que marcaron en los primeros meses de competición. Una cuestión que no se le puede negar a los de Edu Charlín es su voluntad para tratar de revertir la situación. El 1-3 definitivo fue un excesivo castigo para un equipo arousano que se fue frustrando en su impotencia definitoria, errores que se evidenciaron especialmente en la primera parte.

Las superioridades, especialmente por banda derecha, se convirtieron en la apuesta ofensiva más clara de los locales. Los centros laterales daban la continuidad a la mayor presencia en la medular de los centrocampistas isleños. Sin embargo, los que primero inquietaron portería fueron los visitantes. Fue con un disparo de Tato que se encontró con una fenomenal respuesta de Marcos Bermúdez.

A partir de ahí, y con el viento como aliado, el Céltiga inclinó el campo hacia la portería del Negreira. Dos disparos con Machu y Ramón como protagonistas, se quedaron a escasos centímetros de abrir el marcador. Esas situaciones desperdiciadas parecían aumentar la ansiedad del Céltiga. Por si fuera poco el Negreira era capaz de inquietar sin necesidad de dominar. Marcos Bermúdez se vio obligado a lucirse nuevamente a disparo de Juan.

La primera media hora de mayor asedio rojiblanco tocó a su fin con una acción de córner en la que ni Machu ni Javi consiguieron conectar un remate acertado a portería tras una acción de varios rechaces. Para mayor desgracia una contra con pase directo de Amoedo al desmarque de ruptura de Ángel, prosiguió con un centro al área que Juan recogió para revolverse y ceder a Capelo. La reacción defensiva le impidió un control limpio y el balón suelo se quedó a pies de Tato que fue capaz de hacer el 0-1 con un potente disparo.

Curiosamente, el 0-1 abrió la dosis de acierto de los locales. Diego, con un magistral lanzamiento de falta desde cerca de cuarenta metros que envenenó el viento y alejó el esférico fuera del alcance de un superado Mario, hizo el empate a continuación del tanto visitante para llegar al ecuador con mejores sensaciones.

El Céltiga nunca renunció a la tenencia del balón. Siguió insistiendo en su dominio en el arranque de la segunda parte y Ramón dispuso de una ocasión en la que se mostró lento para poder rematar antes de que la defensa le recortara los espacios. El Negreira buscó en su banquillo un cambio de tendencia y lo encontró con la entrada de Stefan. En sus apenas veinte minutos sobre el césped se convirtió en el factor determinante con dos tantos antes de ser expulsado junto al local tras enzarzarse ambos.

Los dos tantos de Stefan dejaron a los de Edu Charlín sin capacidad de reacción. La precipitación se había multiplicado a la enésima potencia y no se crearon ocasiones para poder darle la vuelta a un resultado que tuvo en Stefan a su principal culpable. La expulsión de Marcos Rodríguez fue otra señal de la impotencia sufrida por un Céltiga que visitará al Barbadás el próximo domingo.