Cayó el Calmear Rasoeiro ante el Lalín por 16-25 en un partido en el que los grovenses estuvieron metidos en los primeros 20 minutos, llevando un marcador corto que era buena señal para sus intereses, incluso hasta el punto de ir ganando en el minuto 19 (6-5), merced en gran parte a la aportación de Noya en portería. Pero la descalificación de Xure mediada la primera parte por agarrar al portero lalinense con el objeto de evitar una contra lastró al Rasu que poco a poco fueron cediendo ante el potencial de un Lalín muy rocoso en el centro de su defensa 6-0. Así las cosas los visitante se fueron de 4 en el 25, renta que mantuvieron al descanso (8-12).
En la segunda mitad el Lalín cobró renta de 6 en el minuto 40. Viendo el partido muy cuesta arriba Quito Parada decidió dar minutos a los menos habituales. En esa fase el Lalín, aún sin hacer un gran encuentro, vivió de los errores de un Rasoeiro que coleccionó fallos en lanzamientos francos y pérdidas de balón que contribuyeron a la renta visitante creciera.
Quito Parada entiende que el Lalín no era un rival de su liga "por eso decidimos que era el partido para dar minutos a algunos jugadores que hasta ahora habían jugado muy poco y que se merecían su momento, porque después vendrá, rivales directos donde no tendremos ya esa opción".
Lo que está en el aire es el partido del próximo fin de semana en Vigo ante el Octavio por cuanto la Federación ha requerido a los vigueses el pago de una deuda de 2.500 euros en arbitrajes. De no satisfacerla esta semana al Octavio se les darían por perdidos los partidos por 10-0 hasta el pago de cantidad adeudada. Y el primer beneficiado, si ese pago no se produce, sería en Rasoeiro que debería jugar la próxima semana en Vigo ante el Octavio.
Segunda autonómica
En segunda autonómica el Asmubal-Teucro volvió en la última jornada de copa, en esta ocasión ante el Lavadores por 29-33. No pudo la defensa meañesa con el mejor ataque de la competición, también superior en Coirón, si bien en su descarga pesaron las bajas de Tomás, Santi Calvo, Víctor Manuel y Pablo Garrido, jugadores todos ellos con peso en el equipo.
Los de Abel Vázquez llegaron a estar dos arriba mediada la primera parte pero se fueron al descanso cayendo 14-18. En la segunda mitad ya no tomaron nunca de delantera ante un Lavadores que basó su juego en la contra.
Abel Vázquez lamentaba que al equipo le faltara intensidad: "no estamos centrados y fallamos lo indecible en seis metros". Por ello se muestra cauto ante la liga que arranca el próximo fin de semana: "hay que tener los pies en el suelo -afirma- con la intensidad mostrad en copa, ni soñar con asomarnos a las plazas de arriba".
