Segunda victoria consecutiva -y en esta ocasión ante su afición- del Calmear Rasoeiro que parece haberle tomado el pulso a la categoría al derrotar a la Sar en el Nuevo Monte da Vila por 35-33. Lo hicieron en un partido en que los grovenses mandaron a partir de mediado el primer tiempo, pero que no pudieron finiquitar hasta los instantes finales.

De salida, la Sar sorprendió planteando una defensa 4-2 adelantada en el centro que dificultaba la circulación grovense, mientras que en ataque desarbolaba a los locales con su velocidad culminando sus acciones, siempre verticales, con penetraciones y contras, lo que llevó el marcador a una máxima renta de 4 para el equipo redondelano (5-9 en el minuto 11). Fue el primer momento delicado de los de Quito Parada que optó por un tiempo muerto para reordenar el equipo. Y a partir de ahí el Rasu leyó el partido, cerró mejor su 6-0 defensivo, Noya -inconmensurable todo el choque- empezó a aportar en portería, y los extremos se mostraron efectivos en la culminación de las contras que empezaron a llegar mientras que en estático la conexión con Fernando Rey en el pivote resultó determinante. Fruto de ello el Rasu le endosó al rival un parcial de 7-0 que llevó el electrónico a un 12-9.

Fue entonces cuando el técnico redondelano optó por cambiar a defensa 6-0 para cerrar a un Fernando Rey que estaba causando estragos moviéndose con inteligencia en los seis metros. Ello cortó la sangría visitante hasta el punto de equilibrar el choque y llegar al descanso en tablas (14-14).

En el arranque de la segunda parte, segundo momento delicado para el Rasu, y el más determinante anímicamente del partido: en el 35, por tres exclusiones en menos de un minuto, los grovenses se quedaron con tan sólo tres hombres de campo más portero cuando el marcador registraba un 17-16. Demasiada ventaja para que el rival pudiera abrir brecha y condicionar el choque. Pero el Rasu salvó con nota el instante materializando dos goles que le permitieron mantener las tablas (19-19). La Sar, que aún no se explicaba la oportunidad perdida, vio al poco como en un abrir y cerrar de ojos los grovenses, con todos sus efectivos en pista, les endosaban un parcial de 6-0 (27-21 en el 48).

El técnico redondelano reaccionó ordenando una defensa 3-3 presionante para invertir la dinámica. Ello le permitió robar balones y recortar la desventaja a tres. Un tiempo muerto de Quito Parada volvió a centrar el equipo para atacar la variante defensiva rival: la receta, de nuevo protagonismo para Fernando Rey en el pivote que, con tanto espacio, encontró petróleo en los seis metros con dos goles y dos penas máximas, mientras el rival, impotente, se perdía en acciones individuales. En el 56 un 34-29 finiquitaba un choque que los redondelanos maquillaron en el tramo final (35-33).