Burgáns será punto de visita obligado esta tarde para las aficiones del Arosa y el Pontevedra. A las 17.30 horas dará comienzo la final de la Copa RFEF con los dos históricos batiéndose por la plaza en juego para la fase nacional en la que enarbolarán la bandera de representación del fútbol gallego.

Solo cuatro partidos entre ambas escuadras en los últimos veinte años se convierte en un estímulo más para que Burgáns presente hoy un inmejorable aspecto. Solo en las campañas 2013/14 y 2014/15 han coincidido Arosa y Pontevedra en la misma categoría. Pero desde el último partido entre arlequinados y granates ya han pasado 18 meses. Aquel 12 de abril de 2015 el equipo de Luisito se llevó los tres puntos de A Lomba por 1-2.

Ahora los tiempos han cambiado. El Pontevedra, en plenos actos de celebración de su 75º aniversario, se ha convertido en un aspirante a la lucha por el play-off de ascenso a Segunda División A. Su quinto puesto actual tras ocho jornadas disputadas así lo acredita.

Con la misma ilusión, aunque una categoría por debajo, está el Arosa. Tercero en Tercera División, los de Jorge Otero han sumado 10 de los últimos doce puntos posibles en liga y no descartan el sumar un título como es la Copa RFEF que no ostenta en sus vitrinas.

Es precisamente la buena marcha liguera de ambos conjuntos lo que hará que ninguno de los dos entrenadores altere el curso de los acontecimientos que le han llevado hasta la final. La Copa RFEF ha sido utilizada por ambos como banco de pruebas y reparto de minutos entre su plantilla, si bien en este caso existe también el aliciente económico de los 3.005 euros que se embolsará el ganador.

En la convocatoria arlequinada las lesiones impedirán la presencia de Marcos, Aitor Díaz y Manu Justo. Quien estará disponible es Julio Rey mientras que Sylla es seria duda y no se forzará su recuperación en caso de no tener garantías de que pueda jugar.

Aunque también en casa Pontevedra se ha tirado de los menos habituales para pasar las eliminatorias previas, el carácter competitivo de Luisito, unido a la rivalidad histórica con el Arosa, añade alicientes más que atractivos para la motivación de ambos equipos. Eso y el buen ambiente que se espera esta tarde en Burgáns.