No hará falta rebuscar en los archivos para encontrarle un buen puñado de estímulos al duelo que librarán el domingo en el Salvador Otero el Céltiga y el Arosa (17.30 horas). Basta con recurrir a la clasificación actual para constatar que será el enfrentamiento entre dos equipos que han empezado muy fuertes la competición. Sobre el tapete de A Illa se pondrá en juego la fortaleza de la imbatibilidad que todavía mantienen ambas plantillas transcurridas las seis primeras jornadas.

Solo dos puntos en favor de los de Edu Charlín marcan la diferencia entre ambos, si bien en posiciones en la tabla la distancia pudiera parecer mayor a tenor del tercer puesto que ocupan los isleños frente al octavo lugar en el que se han acomodado esta semana los vilagarcianos.

En cuanto a sus líneas de rendimiento queda claro que el Céltiga tendrá enfrente a un rival que como visitante se está mostrando más productivo. Dos triunfos en campos tan importantes como los del Choco y el Deportivo B dejan a las claras la peligrosidad de un equipo que también fue capaz de puntuar en Negreira. No le anda a la zaga en cuanto a estado de confianza su rival puesto que ha ganado dos de sus últimos tres encuentros, victorias que curiosamente también llegaron a domicilio.

Motivos añadidos para que el Salvador Otero registre una muy buena entrada son las ganas de derbi entre isleños y vilagarcianos. Desde hace ocho años no se produce un duelo en Tercera División entre ambas escuadras, que hicieron coincidir ascensos y descensos a la categoría en los mismos cursos. Concretamente fue el 14 de septiembre de 2008 cuando el Arosa jugó su último partido oficial en A Illa, resuelto por aquel entonces con triunfo local (1-0).

El histórico de enfrentamientos entre el Céltiga y el Arosa en el terreno arousano se presenta además muy equilibrado en Tercera División. Solo seis enfrentamientos entre ambos equipos se han producidoen el Salvador Otero desde que coincidieran por primera vez en la categoría en el curso 80/81. El equilibrio de fuerzas es absoluto como queda patente en dos empates y dos victorias para cada equipo. Incluso en lo goleador se mantiene la igualdad con ocho dianas repartidas a partes iguales.