Es Manu Santos un entrenador emergente, aunque bien habría que dar a conocer que los 36 años de su vida han estado vinculados al baloncesto. A ello añade cinco temporadas de vinculación al Xuven como técnico ayudante en su primer equipo y entrenador jefe en equipos de cantera. Un joven aunque sobradamente preparado.
- ¿A pocas horas de arrancar la temporada que tal ve a su equipo para empezar a competir?
- Lo veo bien. Evidentemente me hubiese gustado tener una pretemporada más larga. Hemos hecho solo cuatro semanas de trabajo y no todos llegaron el mismo día. A nivel de equipo las sensaciones son buenas. Desde el inicio hemos evolucionado bastante. Hemos cargado mucho en el apartado físico hasta esta semana y ahora es cuando nos empezamos a encontrar muy bien.
- Lo cierto es que las referencias que han tenido como rivales en esta pretemporada han sido de lo más exigente.
- Sí y lo valoro positivamente. Tuvimos rivales de una exigencia muy alta que en una pretemporada es lo que se pretende para cargar, mejorar y demás. Enfrente tuvimos jugadores y plantillas muy completas y eso creo que es bueno. En cuanto a nivel de oposición no hay problema. El partido es una sesión más de entrenamiento en pretemporada y si es de calidad mucho mejor.
- Ha tenido que reconstruir buena parte del equipo. Solo siguen tres jugadores del curso pasado, y sobre la marcha ha perdido a Sergi Quintela.
- No me gusta lamentarme ni quejarme por ello. Forma parte del juego porque cada verano los jugadores tienen sus expectativas y el club puede llegar hasta donde puede llegar. Estoy muy contento con la plantilla que tenemos, pero la salida de Juanchi por la versatilidad que nos daba y la de Sergi, nos hizo tener que buscar recambios, pero la plantilla está bien compensada. Tengo gente que le gusta entrenar y eso es muy positivo.
- Curiosamente es usted, junto a parte de su cuerpo técnico, los únicos que sobreviven al ascenso a LEB Plata del 2013. Eso quiere decir que usted sabe mejor que nadie lo que ha costado llegar hasta donde están. ¿Añade esto más motivación?
- Al final, la mejor motivación es la intrínseca para todo lo que se haga. Mi motivación es intentar hacer las cosas bien. Los resultados luego pueden ser otros. No tengo que estar más motivado por haber ascendido con el equipo. La motivación que funciona mejor es la personal porque las motivaciones no se heredan hay que alimentarlas todos los días.
- ¿Qué le gustaría conservar en su equipo de lo que mostraron en la cancha los equipos con los que convivió a las órdenes de Yago Casal y Miguel Hoyo?
- Eran equipos muy distintos. Una de las características que me gustaría mantener es la identificación con el club, que los jugadores sepan donde juegan, que sepan que le gusta ver a la afición del Xuven, que luchen cada balón... En cuanto a juego, me gustaría mantener muchas de las características defensivas del equipo de Yago. Y del año de Miguel me gustó mucho la lectura de ataque, la estructura de ataque y la capacidad que tenía el equipo para jugar valiente en ataque y generando continuos problemas a la defensa contraria.
