El Céltiga regresó a la máxima categoría del fútbol gallego tres años después con una victoria, tres puntos que hicieron justicia a lo que se vio sobre el terreno de juego, donde los pupilos de Edu Charlín fueron superiores, sobre todo en los veinte primeros minutos de la primera parte, a un As Pontes que está todavía en construcción y pendiente de completar el equipo. El único aspecto negativo de un Céltiga, que durante algunos minutos ofreció muy buenos momentos de fútbol, fue el cansancio de principio de temporada, lo que permitió al As Pontes gozar de alguna ocasión para igualar la contienda, antes de que Pichi acabase sentenciando en el tiempo de descuento.

La primera parte tuvo un neto color local, con un Céltiga imponiéndose en el medio del campo y tratando de aprovechar los constantes errores en el pase de los visitantes. Sin embargo, el primero en golpear pudo ser el As Pontes por mediación del veterano Rubén Pardo, que soltó un latigazo tras un robo del juvenil Cris. Ese susto en el primer minuto de juego, espabiló al Céltiga, que se lanzó a por la meta de Paco gozando de varias ocasiones muy claras y ahogando por completo, durante veinte minutos, el centro del campo rival.

Diego comenzó a filtrar pases a la espalda de la floja defensa visitante, pero primero Luis Alberto y después Hugo se estrellaron con el portero Paco, que hizo dos intervenciones de mucho mérito. Los dos jugadores de banda del Céltiga rompían una y otra vez a su par, escoltados por Paco y David Castro, que se incorporaban con peligro al ataque ante una defensa de As Pontes que no siempre era capaz de achicar el peligro

La ocasión más clara fue para Jonathan, en el minuto 12, cuyo disparo se estrelló en el larguero, el rechace le cayó a Machu, que le entregó el balón al meta de As Pontes en fuera de juego. Tan solo un minuto después, el Céltiga volvía a robar un balón en la zona sensible de los visitantes, Machu se plantaba solo ante Paco, pero dudó unos instantes, lo que permitió a Jorge Callón robarle el balón antes de que pudiese armar la pierna. Dos ocasiones más de Luis Alberto y una salida en falso de Paco que no supo aprovechar Hugo, en el minuto 21, cerraron una fase de juego en la que los locales mostraron una gran superioridad. A partir de ahí, el calor comenzó a hacer mella en los locales, que bajaron el ritmo y la intensidad, lo que permitió al As Pontes respirar y rondar, de forma muy tímida, el área de Marcos Bermúdez. El partido se enfrascó en una lucha en el centro del campo, pero ninguno de los dos equipos tuvo la profundidad suficiente para crear ocasiones de gol.

La segunda parte comenzó con otra buena ocasión para el Céltiga, nada más sacar de centro, una buena jugada permitió que el balón llegase a Emilio, el mediocentro soltó un latigazo que se estrelló en el larguero, botó en la línea y salió antes de que un defensa la enviase a córner. Precisamente de un saque de esquina llegó el primer tanto. Lo marcó David Castro en el segundo palo, donde tan solo tuvo que empujar el excelente centro de Diego.

El tanto pareció espolear un poco a los visitantes, que comenzaron a rondar la meta de Marcos Bermúdez. También en un córner, Álvaro Rey remató arriba tras deshacerse de todos los rivales, mientras que dos disparos lejanos de Samu avisaban de que el As Pontes todavía no había dicho su última palabra.

El meta local tuvo que emplearse a fondo en un remate de Cris que sacó pegado al palo, enviándola a córner. El saque de esquina lo remató David Buyo y el balón se fue lamiendo el palo en el minuto 81. Cris se convirtió en un dolor de cabeza para la cansada defensa local que no era capaz de dormir el partido. El menudo juvenil de As Pontes volvió a tener otro disparo en el 83 que obligó a Bermúdez a sacar una mano salvadora para evitar el empate.

En los instantes finales, el Céltiga consiguió frenar los escasos ataques rivales, e incluso gozó de alguna oportunidad, pero no conseguiría cerrar el encuentro hasta el último minuto del descuento. Lo hizo Pichi, al aprovechar un error garrafal de la defensa visitante que le permitió fusilar a Paco a placer.