Pablo Coira ha vuelto al campo de A Lomba como técnico. Ese lugar en el que dio sus primeros pasos como futbolista antes de iniciar una carrera que le llevó incluso a ser campeón del mundo juvenil en 1999. Dubai es ahora su casa.
- Ya lleva usted más de tres años en Dubai ¿Se ha aclimatado ya al país?
- Pues tres años y medio ya llevo allí. La verdad es que estoy muy cómodo y muy bien. El clima ayuda mucho también porque es muy agradable todo el año, salvo en estas fechas que aquello es un horno. Allí el 80% de la población es extranjera y es un país que está enfocado al turismo. Para nada es el típico país árabe, es casi europeo. Allí el año es como un verano inacabable en cuanto al tiempo. La semana empieza en domingo y todos los días son muy parecidos en cuanto a actividad.
- ¿Cómo es la rutina de un día cualquiera de un profesor de una academia de fútbol en Dubai?
- Un poco al estilo español. A las 10 de la mañana ya estamos en la oficina. Preparamos las sesiones y proyectos que vamos a hacer. Allí se tiene un horario laboral continuo, pero nosotros vamos con un horario más español. Comemos en casa y los entrenamientos son de 16.30 a 19.30 horas.
- Una academia de fútbol en Dubai suena a instalaciones espectaculares.
- A nivel de instalaciones no nos podemos quejar. Están preparadas a nivel de Primera División. Allí van equipos ingleses para entrenar, también rusos y equipos del norte. Las condiciones meteorológicas son muy buenas y de diciembre a febrero hace una temperatura ideal. Hay tres campos de hierba natural, dos sintéticos y un campo indoor de fútbol-11 con aire acondicionado.
-¿Cómo es el funcionamiento de la Spanish Soccer School?
- Allí en Dubai hay muchas academias de clubes europeos y también academias locales. En la Spanish Soccer School al principio nos costó mucho. Solo teníamos sesenta niños y luego empezamos en septiembre de hace tres años con 300. A medida que pasaban los meses íbamos teniendo más niños hasta llegar a 1.500 y con lista de espera. Con tantos alumnos tenemos diferentes grupos de trabajo. Ahora nuestro nivel es mejor para salir a jugar torneos. Tenemos más calidad. Trabajamos con edades desde los 6 a los 16 años y en cada grupo de edad tenemos un equipo competitivo. Ampliaremos a 18 años el próximo curso. Para nosotros competir bien es lo más gratificante y observar como los niños progresan desde su iniciación.
- ¿Qué es lo que peor se lleva de estar allí?
- Cuesta un poco estar tan lejos de casa. Me gustaría pasar un fin de semana aquí de vez en cuando. Echo de menos la comida. La calidad de Galicia es espectacular. Y los paisajes... Allí no hay calles, hay desierto. Necesitas el coche para todo y se hace mucha vida en centros comerciales. Tienes que coger el coche todos los días. Menos mal que la gasolina está barata, a solo 20 céntimos de dólar el litro.
- Es curioso que usted entrene a un equipo dubaití en el que prácticamente no hay ningún jugador del país.
- Ninguno es local de Dubai. Es curioso. En mi equipo tengo nacionalidades americana, francesa, libanesa, de Singapur, canadiense, argentina, italiana, egipcia, australiana y hasta tengo un gallego, de Vigo. Sus padres trabajan allí y, como no pueden jugar en clubes locales porque solo pueden jugar dubaitíes, juegan en academias.
- ¿Ha dicho que un niño que no sea del país no puede jugar en un club de allí?
- Así es. Un jugador extranjero no puede jugar en un club de Dubai. Se cierran en eso y es un error. Competimos contra ellos si hay algún torneo, pero nosotros tenemos una liga de academias montadas. Hemos sido campeones en todas las categorías. Allí clubes como Barcelona, Real Madrid, Manchester City, Arsenal o PSG tienen sus academias y jugamos contra ellas, pero uno de nuestros puntos fuertes es que todos los entrenadores somos españoles y eso llama la atención y a la gente le gusta y muchos se decantan por nosotros. Somos diez entrenadores españoles mientras que en otras academias los entrenadores son en su mayoría de países de poca tradición de fútbol. Tenemos muchos equipos. Uno competitivo en cada categoría y luego aparte tenemos dos, tres o cuatro grupos en cada edad.
- ¿Existe algún requisito, al margen del económico, para que un niño pueda entrar en la Spanish Soccer School?
- Realmente no lo hay. Estamos con lista de espera porque estamos llenos. Hasta que haya plazas vacantes no van a entrar, pero si tienen un nivel futbolístico aceptable o que nos llame la atención los aceptamos inmediatamente.
- El fútbol en Dubai suena casi a artículo de lujo.
- Está claro que conlleva un gasto para las familias. Sin embargo la nuestra no es de las caras. Hay gente de todo tipo. Tenemos 1.500 familias y no todas tienen dinero para llegar muy desahogadas a fin de mes. Digamos que en nuestra academia las cantidades son asumibles por la gran mayoría de las familias en Dubai.
- La inversión que allí se está realizando en fútbol y en instalaciones es altísima ¿Hay posibilidades reales de que la selección de Emiratos Árabes crezca dentro del concierto internacional del fútbol?
- A nivel de inversión se está gastando mucho dinero. Por algo muchos clubes europeos de primer nivel se van a entrenar allí. Se publicita el fútbol con el paso de jugadores famosos, pero es difícil que haya una progresión tan grande en el juego. Deberían aceptar a niños extranjeros y a equipos de fuera en sus ligas. Si lo hiciesen sería bueno para todos. Además los entrenadores de clubes son locales y con este veto dejan de aprender un poco de filosofías de entrenadores extranjeros de la que se pueden enriquecer. Deberían abrirse más para poder progresar. El fútbol, a nivel de niños y de primera división allí, es todo reservado a los de casa. Además los dubaitíes tienen mucho dinero y una vida muy cómoda que se convierte en un obstáculo para sufrir y sacrificarse para ser futbolista de primer nivel.
- ¿Con qué idea llega el Spanish Soccer School al Torneo Cidade de Vilagarcía?
- Nuestra idea es competir lo mejor que podamos. Los clubes aquí están saturados de jugar partidos y para nosotros es una oportunidad de jugar partidos exigentes. Nuestra liga de academias de Dubai no es una competición real. Nos falta la dureza que nos dan partidos así. Por otra parte, nuestro objetivo es darle a los niños un servicio, un premio a todo el año, una experiencia. Cuando yo jugaba no había torneos así. Será una experiencia de vida que les marcará.
