El Ribadumia sumó ayer una nueva renovación a la larga lista de jugadores que continuarán en las filas aurinegras en un nuevo proyecto en la Tercera División. La última pieza en dar el sí al club ha sido el defensa central Aram Pazos, una pieza clave en la zaga, donde formó pareja con Miguel Vázquez, aportando solidez para que el equipo encadenase los buenos resultados del tramo final de liga.
Con esta renovación, el técnico aurinegro, David Sierra, contará con gran parte de la columna vertebral del que fue su equipo el pasado año, ya que se suma a la presencia de Changui, Agus, Manu Táboas, Gabi, Hugo y Paco. Todos ellos, además de algún otro que se espera renovar en los próximos días, resultaron fundamentales para que los aurinegros pudiesen mantenerse en la Tercera División un año más, objetivo con el que volverán a partir de la próxima campaña. En principio, la intención del cuadro técnico y de la directiva era renovar a entre el 70 y el 80% de la plantilla de esta última campaña y realizar una serie de incorporaciones que sirvan para incrementar el grado de competitividad de la escuadra aurinegra.
Al que prácticamente se da por perdido en A Senra es a Fran Matos, un jugador que ofreció un gran rendimiento esta temporada pero que está cerca de regresar a la casa donde se formó, el Arosa. En la casa aurinegra reconocen el trabajo que realizó durante las dos temporadas en que ha jugado en A Senra y agradecen el compromiso mostrado por el jugador, deseándole toda la suerte del mundo en sus futuros proyectos.
Del club arlequinado podría seguir el camino inverso Adrián Camiño, jugador con el que se han mantenido algunos contactos aunque todavía no se ha perfilado ningún movimiento. El mediocentro ofensivo es del gusto del técnico aurinegro aunque queda por ver si las condiciones económicas se ajustan a las necesidades de ambas partes.
Además, el club considera que antes de realizar incorporaciones debe cerrar todo el proceso de renovaciones para tener un cuadro más exacto de las necesidades que debe cubrir para confeccionar una escuadra competitiva que luche por la permanencia, un auténtico éxito para un club con recursos limitados como es el Ribadumia.
