Pocas personas pueden presumir de conocer el interior del Arosa como Eduardo Carregal. Técnico de la base y del primer equipo en su momento, tras un pequeño paso por el Cambados, decidió regresar al seno de la casa arlequinada, donde se ha convertido en una de las piezas claves del trabajo con la base, que tan buenos resultados está dando. Nada más ser elegido para ser el vicepresidente deportivo, Carregal se ha puesto manos a la obra, primero, a la búsqueda de un técnico, para el que se están barajando "cinco o seis nombres". Entre ellos destaca el de Guillermo Fernández Romo, que el propio Carregal califica de "ideal para este proyecto, pero todavía tenemos que perfilar muchas cuestiones". Alternativas las hay, ya que la plaza arlequinada es "muy atractiva, al tratarse de un club con una masa social muy importante y con mucho trabajo en la base".

Una vez elegido el técnico será el momento de comenzar a diseñar la plantilla del próximo año, y Carregal lo tiene muy claro: "Para ilusionar a la afición va a ser necesaria una pequeña catarsis" que pasaría por prescindir de varios de los jugadores de la actual plantilla. Los fichajes "serán jugadores idóneos para el modelo que buscamos, en el que los jóvenes de la base puedan ver un ejemplo, no solo deportivo, sino también humano".