El baloncesto danés ha sido el detonante de la ruptura amistosa entre el Xuven y Miguel Ángel Hoyo. El técnico coruñés se vio obligado a aceptar una oferta de tres años, de doce mensualidades de contrato, "irrechazable". Acompañado del presidente Antonio Lema y del director deportivo, Manuel Felpeto, Hoyo dejó claro en su despedida que "es un proyecto muy interesante y creo que personalmente y profesionalmente tenía que aceptarlo. Tanto el presidente como el director deportivo, cuando conoció la oferta, me dijeron que no lo dudase y esa honestidad me reafirmó más en mis convicciones".

La decisión de anunciar cuanto antes su salida del club cambadés obedece, según el técnico, "a que no quiero ralentizar ni entorpecer al Xuven la reconstrucción del equipo. Incluso lo hice días antes de firmar el contrato en Dinamarca -ayer firmó- para no afectar a nadie". Un emocionado Hoyo aprovechó la oportunidad para "agradecer a mucha gente como Jorge Castiñeiras por traerme y darme la oportunidad. Sobre todo a mi cuerpo técnico por hacer un trabajo excelente. A mis jugadores, afición, espónsores... por ayudar a que este proyecto en crecimiento siga. Por último agradecérselo mucho a Antonio Lema por su trabajo como por haber hecho lo posible porque me quedara".

Solo un año después de llegar del Horsholm 79ers, el ya exentrenador del club cambadés vuelve a tierras nórdicas para seguir creciendo en su profesión. Su balance del año en Cambados se resume en "muy positivo". "Creo que he crecido como entrenador, gracias a mi cuerpo técnico y jugadores. Me voy de Cambados siendo mejor entrenador. Y por supuesto por llevarme cariño y amistad. Volvería a hacer lo que hice hace un año".

Con una oferta de renovación en Cambados "aún mejor de la del año pasado", Hoyo expresó que "el Xuven ha hecho todo lo posible porque me quedase aquí y mi familia y yo hemos puesto todos los puntos en la balanza antes de tomar una decisión, pero era imposible. Las dos partes hemos sido muy honestas. Si el Xuven estuviese en ese mismo nivel de profesionalismo me quedaría aquí, pero aún le falta en ese sentido, sobre todo en estructura y organización. En lo deportivo poco más se le puede exigir al club. Me han ofrecido más y es un paso que tengo que dar".

Preguntado si alguno de sus ayudantes en Cambados le acompañará en el viaje, Hoyo no cerró la puerta a nada con un inquietante "podría ser". Todo ello para hacerse cargo con libertad de acción de un proyecto en el baloncesto danés "que quiere ser campeón de liga en dos o tres años. Puede sonar a egoísta, pero me están dando un lugar donde trabajar con mucha más ambición y aquí todavía falta algo para llegar a ese escalafón".