El Ribadumia despide la campaña con una abultada derrota, quizás en el peor encuentro de toda la temporada. Los aurinegros, tras haber certificado la permanencia, mostraron una imagen muy diferente a la línea que han mantenido en las últimas jornadas, lo que acabó provocando un resultado tan abultado.

También es cierto que, en frente, tenían un equipo que se jugaba la vida, que necesitaba ganar y esperar el fallo de otros equipos para garantizarse otro año en la categoría y no verse arrastrado por el descenso del Compostela.

El Galicia de Mugardos hizo lo que tenía que hacer en esta última jornada; ganar. Además lo hizo de forma contundente (4-0) ante el Ribadumia, con sendos dobletes de Carlos López y Brais Abelenda. Ambos marcaron un tanto en cada parte.

El encuentro no tuvo demasiada historia y refleja firmemente lo que fue le partido durante los noventa minutos de juego y que a la vez fue acorde lo visto en el terreno de juego con lo que se jugaba cada uno de ellos. Los locales ya se adelantaron en el primer minuto, al aprovechar Carlos López un centro desde la derecha. Con el Ribadumia asimilando el tanto, los aurinegroas se encontraron con otro golpe en el segundo tanto, en el que reclaman una clara falta a Javi Sánchez. A pesar del buen partido y de la victoria contundente, el resultado del Bergantiños envió directamente a la Preferente al Galicia de Mugardos, que pierde la categoría el mismo año que se estrenaba de manera histórica en la misma. El Ribadumia no tuvo opciones en este partido, entre otras cosas por que se notó quien se jugaba la vida.