A Illa es virtualmente de Tercera. Haría falta una debacle del Céltiga en su visita a Portonovo y una goleada espectacular del Porriño en su desplazamiento a Ourense para impedir el sueño. Esa pequeña posibilidad fue la que impidió a los isleños celebrar por todo lo alto una victoria más cómoda de lo esperado ante el cuarto clasificado, un Gondomar que sucumbió a la salida explosiva de los locales y apenas merodeó por la meta que defendía Marcos.

El Céltiga no salió a especular ni a esperar favores de terceros. Era consciente de la necesidad de que ganando ayer se situaba virtualmente en Tercera y, desde el pitido inicial, se lanzó a por el partido, desbordando una y otra vez a la endeble defensa del Gondomar, que hacía aguas por todas partes. Todavía no habían transcurrido cinco minutos de encuentro cuando los locales gozaron de la primera ocasión en un centro desde la derecha de Emilio que alcanzó a peinar Ramón para que Machu embocase, pero el delantero cambadés no llegó al balón por muy poco y por el agarrón que sufrió de un defensa que el árbitro no vio.

A partir de ese momento comenzó una verdadera avalancha del Céltiga, que prácticamente cada minuto, amenazaba con marcar el primero. Ramón Machu y Luis Alberto eran una pesadilla para la zaga visitante, y precisamente, por la banda de este último llegó el primer tanto.

Corría el minuto 8 cuando Luis Alberto se iba de su par con facilidad pasmosa, su centro era recogido por Ramón que, tras sortear a un contrario, cruzaba ante Isma para inaugurar el marcador.

El tanto no calmó las ansias de triunfo del Céltiga, que seguía embotellando a su rival cerca del área de Isma a base de buen juego, presión en el centro del campo y combinaciones rápidas que desarmaban a la defensa visitante.

En el minuto 14, el partido se le ponía muy de cara a los locales con un balón en profundidad a Machu. El veterano delantero consiguió adelantarse lo suficiente a la salida del portero para que este lo arrollase. Penalti que no dudó en transformar Janeiro en el encuentro en que se despedía como futbolista.

El segundo tanto pareció calmar a los locales que bajaron una marcha, pero esa relajación no la aprovechó su rival, que además de no inquietar la meta de Marcos, pudo recibir algún tanto más a la contra, en especial una jugada trenzada entre Luis Alberto y Ramón, con rabona incluida del primero, que el delantero no acertó a definir correctamente.

El Gondomar movió ficha en la segunda parte, con dos cambios para mejorar su solidez defensiva y tratar de reducir la distancia, pero tras varios tímidos acercamientos al área local, se encontró con un Céltiga que cerraba el partido en el minuto 54. Balón en profundidad a la galopaba de Janeiro, cuyo centro lo envió Ramón a la red tras ajustar el remate al palo.

El golpe fue duro para los visitantes, pero más lo sería lo ocurrido entre los minutos 73 y 74. Primero, un saque de córner a favor finaliza con el balón a los pies de Luis. El defensa, en el área pequeña y solo ante Marcos, hizo lo más difícil, que era lanzar el balón fuera. En la jugada posterior, un balón en profundidad deja a Álex Peña solo para encarar la meta contraria, pero Brais lo trabó por detrás siendo el último hombre, lo que le acababa enviando a la caseta. En las protestas posteriores, el árbitro mostró la segunda tarjeta amarilla a Richi, que dejaba a los visitantes con nueve y ya sin opciones para plantar cara al Céltiga.

Con superioridad numérica, el Céltiga se dedicó a contemporizar, aunque todavía tuvo la oportunidad de incrementar la ventaja. Fue en el minuto 81, cuando Javi remataba al fondo de la portería un centro desde la izquierda.