El Rasoeiro debutó en la fase de ascenso a Primera Nacional con toda una heroicidad. Ganarle al anfitrión por un solo gol y en un pabellón repleto es el sueño de cualquier aspirante. Los grovenses lo hicieron en base a un gran trabajo de equipo que cedió todo el protagonismo en el último minuto a Sergio Iglesias y al portero Ángel Noya.

Desde la primera acción quedó claro que se trataba de un partido diferente. El nivel de contacto permitido estaba muy por encima de lo habitual y el Rasoeiro pagó una cierta fase de adaptación. A eso se le unía el hecho de que el Basauri, pese a su juventud, mostró una planta física espectacular.

El marcador siempre se mantuvo igualado hasta el primer momento delicado de los azules. Un 13-9 obligó a Quito Parada a solicitar un tiempo muerto para reordenar ideas y el equipo se volvió a agarrar a la pista para llegar al descanso con un 14-13.

A la salida del vestuario el conjunto vasco volvió a abrir una pequeña ventaja, pero la confianza de los arousanos no se había visto afectada para nada. Ello fue clave para llevar el partido a un último minuto de infarto.

Un penalti señalado a favor del Basauri con 27-28 dio lugar a una extraordinaria parada de Ángel Noya y, a continuación, Sergio Iglesias marcó un extraordinario tanto que abrió una renta de 27-29. Otro penalti muy discutible permitió recortar diferencias a los locales, pero a falta de 45 segundos, el Rasoeiro supo templar el ritmo de juego para mantener la ventaja.

La única nota negativa fue la expulsión por roja de Quito Parada que en el partido de hoy ante el Maristas de Pamplona no podrá ser de la partida por sanción.

El técnico dejó claro que "esta victoria nos da la posibilidad de tener opciones de lograr una de las dos plazas de ascenso hasta el último día. Es una inyección de confianza muy importante, pero mañana (por hoy) ante Maristas nos espera un partido muy duro ante un equipo muy veterano, pero también con mucha intensidad".