Asimilada la permanencia, Miguel Ángel Hoyo realiza un sosegado y sensato análisis de su primera temporada en el banquillo de O Pombal. Desconoce su futuro en él, pero no quiere precipitar ningún plazo a la espera de que el club encauce su futuro institucional.
- Toda una temporada jugada a un cara o cruz en el último segundo de la prórroga ¿En algún momento se imaginó un desenlace así?
- Durante la temporada no. Siempre pensé que íbamos a ir mejor en la clasificación. Es cierto que hay un momento de la liga que se complica, pero no esperaba un final en el que una canasta te diese la salvación. Es algo inimaginable.
- ¿Y antes de esa canasta era consciente que de no meterla hubiesen descendido?
- No. Pedí expresamente que no quería saber nada del resto de resultados. Básicamente porque al depender de nosotros para salvarnos no nos interesaba otra cosa. No quise saberlo. Incluso ahora pensándolo en frío creo que ha sido la mejor decisión. No sé como hubiese reaccionado en ese último tiempo muerto a falta de siete segundos. Sin saber nada estuvo muy centrado en esa jugada final y afortunadamente todo salió bien.
- ¿Cuál fue el primer resultado que quiso saber nada más ganar al Zornotza?
- El de Marín. El resto ya no importaban y tenía la esperanza de poder jugar el play-off porque el equipo se lo hubiese merecido.
- A su llegada apostó por una plantilla profesional al cien por cien ¿Cómo explica el hecho que una plantilla sin limitaciones para entrenar haya pasado del play-off hace un año a salvarse en el último suspiro?
- Creo que todas las temporadas son diferentes. Compararlas no es fácil. Me considero un entrenador formativo, y sabiendo que mi trabajo depende de resultados, me importa mucho más el proceso que el resultado. Solo en el supuesto que Marín, el campeón, hubiese ganado a Clínicas Rincón, ¿la temporada sería un éxito? Si la misma bandeja de Sergi fallada significaría descenso. El trabajo habría sido el mismo. Es injusto valorar todo por una sola canasta. Soy el primero que desde el primer día lo dije y siempre hablé de play-off. Esa ilusión la tuvimos siempre. Realmente cometimos dos errores durante la liga en cuanto a resultados. Los dos partidos de Olivar, con todo el respeto a Olivar. Nuestro basket average es positivo. Con seis derrotas más que victorias tener basket average positivo es muy difícil. Hemos sido el tercer equipo en valoración de la liga detrás de Araberri y de Marín? Estoy muy contento del trabajo semanal, ¿quizá sea una pequeña decepción no jugar play-off? Pues quizá sí, pero juzgar la temporada por una canasta es injusto.
- ¿Se encontró una liga con mejor nivel del que esperaba?
- Sí, ha habido una mejora económica en los clubes y se ha notado. La diferencia, y ahí es donde estuvo nuestro error en cuanto a estructura de plantilla, es que ha habido equipos que han fichado mejor en posiciones interiores. Nos fiamos de nivel de año anterior de la liga, pero es que este año ahí estaban Pantín, Marcius. Semple, Jesús Fernández, Wolf... Casi todos los equipos tenían un buen "5". No quiero criticar a Michel Diouf, pero no era el jugador idóneo para competirle a pívots así. Pensábamos que nos iba a llegar su nivel y fue una carencia que pagamos todo el año.
- La irregularidad ha sido su seña de identidad. Solo en dos ocasiones encadenó el Xuven dos victorias consecutivas.
- Eso nos mató. Eso hace que al final nunca tengas la seguridad como equipo de que lo que haces está bien. No nos permitió jugar con la seguridad que se debe.
