Siete son las jornadas que restan para la finalización de la temporada en Preferente, aunque todo invita a pensar que es mucho menos tiempo el que separa al Villalonga de poder cantar el alirón como campeón de liga y, con ello, el consiguiente retorno a Tercera División tres temporadas después de su último descenso.

Con doce puntos de ventaja sobre el Gondomar, tercer clasificado, y diez sobre el Céltiga, el equipo de Antonio Fernández está a solamente tres triunfos de conseguir la puntuación necesaria para firmar el ascenso. Esta meta, teniendo en cuenta la trayectoria de los celestes en lo que va de temporada, parece una mera cuestión de tiempo teniendo en cuenta que podría hasta tener cuatro derrotas y en los siete encuentros que restan, incluso alguna más si un mínimo de seis victorias sus dos inmediatos perseguidores.

Además se da la circunstancia que el retorno a Tercera División podría quedar sellado en las dos próximas jornadas. Eso se produciría con dos triunfos del Villalonga y si Gondomar o Céltiga no ganasen ninguno de sus dos encuentros. Incluso se da la curiosidad que los dos próximos partidos para los celestes serán ante dos vecinos como Portonovo y Unión Grove.

Pero si hay algo que aumenta el porcentaje de posibilidades de éxito a corto plazo del Villalonga es su extraordinaria capacidad defensiva. Los 18 goles en 31 encuentros encajados por los de San Pedro se han convertido en la mejor marca de todo el fútbol gallego. Además, solo el Atlético de Madrid y el Lleida han encajado hasta la fecha menos tantos que los celestes con 15 y 17 respectivamente.

Es tal la superioridad del Villalonga en lo que va de temporada que ha sido capaz de cerrar 17 de los 31 encuentros disputados sin encajar ni un solo gol. Solo Valladares, Caselas y Mondariz han sido capaces de hacerle más de un gol a Iván Parada en un mismo partido en toda lo que se lleva disputado de competición.