Poco más de dos años después de paladear el ascenso a LEB Plata en O Pombal, Emilio Oubiña volvió a saborear las mieles del éxito en A Raña. Allí se fraguó el último paso hacia la LEB Oro de un Marín Peixe Galego que se ha convertido en la nueva casa de un cambadés que se ha convertido en sinónimo de fortuna para aquellos equipos en los que milita.

- ¿Se imaginó por algún momento tanto éxito cuando llegó a Marín el pasado verano?

- Ni se me había pasado por la cabeza. Ni siquiera pensar en ganar la Copa LEB Plata. Una temporada así es casi uno de esos sueños que ni te llegas a plantear.

-¿Cuándo el equipo empezó a creerse definitivamente que el ascenso era una posibilidad real?

- Después de ganar la Copa y ver que estábamos en buena dinámica. También tuvimos un momento bajo coincidiendo con el parón de Navidad. Sin embargo, nos recuperamos, nos pusimos líderes y luego veíamos como el segundo empezaba a perder. Hace un mes y medio quedaban siete partidos y lo pensamos realmente dentro del vestuario. Teníamos dos partidos de ventaja sobre Araberri y nos propusimos mantener ese margen. Luego los perseguidores empezaron a perder. Hubo una derrota de Araberri, nos pusimos con tres partidos de ventaja y ya nos dimos cuenta que lo teníamos en las manos.

- El Xuven y usted no llegaron a un acuerdo para seguir el pasado verano, pero el destino ha querido que se convirtiese en parte de la historia con el eterno rival.

- Fueron momentos complicados. El tener que dejar el Xuven fue difícil, pero cuando me dieron la posibilidad de jugar en Marín no me lo pensé. Entrenábamos cuatro días por la tarde y los horarios me venían bien para compatibilizarlos con mi trabajo. Además era reunirme otra vez con jugadores como Navajas (Breogán), Norman (Xuven), Goyo (Breogán Sub-20), Manu o Pantín (Selección Gallega).

- Ya tiene usted un ascenso a LEB Plata y otro a LEB Oro. ¿Se anima con el ascenso a ACB?

- Ese casi también. Lo jugué con el Breogán y perdimos en semifinales con el Obradoiro. También me acuerdo mucho del de Nacional a EBA con el Xuven en mi primer año en el equipo sénior..

- ¿Viniendo de un eterno rival como el Xuven que tal fue su adaptación en Marín?

- A ver... Al principio fue todo un tanto raro. Los compañeros me echaban picadas y me vacilaban un poquito, pero la adaptación fue muy buena desde el principio. Me trataron súper bien en todo momento. En ningún momento me sentí extraño. Me llevé una sorpresa enorme al conocer de verdad a gente a la que antes veías como rivales y tenías ciertos prejuicios sobre ellos. Todos me sorprendieron muy positivamente. Y gente como Luis Santiago o Javi Llorente me demostraron que son muy buena gente en todos los sentidos.

- Además es usted el único de ambas plantillas que pudo palpar la rivalidad entre los clubes en las categorías base.

- Sí, y además soy de Cambados. Pero todo fue muy bien desde el principio. No solo el club, sino también la afición. Todos me piden además que me quede el próximo año en Marín. Alrededor del club se ha creado un ambiente impresionante y me siento orgulloso de formar parte de todo lo que está pasando en Marín.