Victoria más holgada de lo que puede reflejar el marcador final fue la conseguida por el Kemegal Cortegada frente a un combativo Universidad de Oviedo, un rival que nunca bajó los brazos pese a ir perdiendo por ventajas que se situaron en la veintena dentro del último cuarto.

La seriedad y claridad de ideas con la que las de Rubén Domínguez saltaron a la cancha hicieron inútil cualquier tentativa visitante por ponerse por delante en el luminoso. Con Sara Gómez y Salomé García capitanenado el juego exterior, Amy Syll se encargaba de dar el equilibrio necesario al juego con su facilidad para sacar ventajas debajo de los dos tableros.

Las visitantes lo siguieron intentando de todas las maneras, pero solo al final, y ya con las titulares habituales del Cortegada descansando, el Universidad de Oviedo gozó de minutos de superioridad. Fue un tiempo que le sirvió para maquillar la diferencia sin poner en aprietos el décimo triunfo local.