El Arosa dio por comenzada la cuenta atrás de la temporada con una victoria para la esperanza con tres puntos que le sitúan a solo cuatro de la zona de play-off. La inocencia del Galicia Mugardos también contribuyó a ello, especialmente en una segunda parte en la que los visitantes tuvieron el balón y los vilagarcianos pusieron la pegada.

Y es que el partido de los de Piscis se convirtió en un perfecto reflejo de lo que está siendo el devenir de su temporada en lo clasificatorio. Por momentos bien, incluso con picos de muy bien, para luego dar paso a fases de ingravidez futbolística que permiten a sus rivales anclarse con fuerza al partido e incluso hacer temer por el resultado.

El mayor torrente de juego local coincidió con los primeros compases. Generando por dentro y ejecutando por fuera, el Arosa metió a los coruñeses dentro de su propia área. El primer en avisar fue Sylla con una internada por la derecha habilitada por Camiño. Eso sería el preludio del tanto del senegalés, todo un regalo de Cabanyes tras ganar la línea de fondo, en una jugada iniciada por Eloy, y culminada con un excelente pase de la muerte para que su compañero rematase a puerta vacía.

El 1-0 obligó a un avance en las líneas del Galicia de Mugardos. Poco a poco fueron aproximándose a la portería local, pero con el balón parado como único recurso. Su primer y único tiro entre los tres palos se produjo ya superada la primera media hora de juego. Antes Cabanyes pudo hacer el segundo para el Arosa tras ganarle al espalda a una adelantada zaga rival y sortear al último defensa con un excelente sombrero, pero se precipitó el disparo posterior.

La tendencia a dominar el partido de los visitantes se acentuó en la segunda parte. Solo un minuto necesitaron los jugadores de los hermanos Veiga para inquietar, pero el disparo de Tenreiro fue perfectamente atajado por Jorge Pérez. Al Arosa no le duraba nada el balón ante la buena presión de los mugardeses. Balones largos a la espalda de la defensa era la única manera que encontraban los locales para oxigenarse. En uno de ellos Eloy no supo resolver en un uno contra uno contra un defensor.

La candidez ofensiva de los visitantes sirvió de gran alivio. El empate parecía algo inevitable. Primero Brais obligó a intervenir a Jorge y poco después un disparo lejano de Ramos casi sorprende al cancerbero local. El córner posterior sirvió para que Rubio mandase ligeramente alto un cabezazo franco desde la línea del área pequeña.

Tal era la fase de padecimiento por el que atravesaba que ni siquiera era capaz de acercarse al área que tenía al frente. La segunda parte fue de impotencia absoluta. Sin capacidad de elaboración y con un rival que estaba siendo más víctima de sus propias limitaciones que de las dificultades que se encontraba enfrente, el Arosa se encontró casi de manera inesperada con el 2-0 ante un cuadro visitante ya a la desesperada. Una pérdida de balón permitió a Camiño recibir caído al costado izquierdo y servir a Cabanyes para conducir solo y batir a placer a Paco.

Sylla, en una buena acción individual, tuvo tiempo para hacer el doblete de un zurdazo y, ya en el descuento, un absurdo penalti de Cardeñosa concedió a los coruñeses un tanto intrascendente.