El Rasoeiro se impuso con más comodidad de la prevista a un Viña Costeira que viajó al final sin su mejor hombre, el central Celso, y que apenas opuso apenas resistencia en el nuevo Monte da Vila. Comenzaron muy centrados los de Quito Parada, cerrando bien su 6-0 y lanzando las contras, tanto que con un parcial de 8-1 en el arranque, se condicionó ya el choque.

Intentó parar la sangría el Viña Costeira con un tiempo muerto tras el cual subió su intensidad defensiva, pero a costa de llevarla al límite de lo reglamentario, lo cual pagó con exclusiones. Hasta cuatro sufrió a partir de ahí en el resto de la primera parte, algunas prescindibles por protestas fruto de la impotencia para invertir la dinámica.

Quito Parada vio pronto el partido franco y ordenó pronto rotaciones. El equipo no se resintió hasta el punto que dejaba al rival en el minuto 20 con tan sólo 3 goles en su haber y llegaba luego al descanso con una jugosa renta (15-6).

Cierta relajación tras el paso por vestuarios y las paradas de segundo portero del Viña Costeira, Miguel, que se incorporaba, hicieron que el Rasu encajara un parcial en contra de 1-3 en el arranque mismo de la segunda parte. Puro espejismo. El partido volvió pronto a su cauce habitual ante un rival entregado. Mientras, Quito Parada, prácticamente toda la segunda parte en el banco, dejaba minutos a los menos habituales. La renta incluso creció y ello sirvió para que el público se deleitara con algunas jugadas de los suyos cara a la galería además de con las paradas de Adrián.