En la que podría ser una jornada para calentar los ánimos de la afición, el Arosa terminó mimetizándose con la fría tarde que ayer se vivió en A Lomba. El estímulo de la cercanía a la cuarta plaza parece no ser suficiente para alentar a un equipo que sigue sin convencer en cuanto a sus capacidades a la hora de pelear por estar entre los mejores de la categoría.

El Silva no fue más que otro de los muchos equipos que no sobresalen de la media futbolística de la categoría. Sin ningún tipo de alarde fue capaz de tener por dos veces al Arosa contra las cuerdas. Y eso que mostró una versión muy conservadora expresada además en lo celebrado del punto conseguido en A Lomba.

La puesta en escena estuvo protagonizada por el Arosa. A solo un minuto del pitido inicial Cabanyes mando su cabezazo ligeramente alto tras un centro medido de Fran Fandiño desde la derecha. Fue a consecuencia de una rápida recuperación en campo ofensivo que parecía la consigna dada por Piscis para encerrar a su rival. Pero ese ímpetu fue rebajándose con el paso de los minutos, pese a que en la primera media hora todo el juego transcurrió en el mediocampo defensivo por los visitantes. Incluso el propio Cabanyes llegó a tener otra muy buena ocasión con un balón que se encontró a la espalda de la defensa, pero su remate sirvió para el lucimiento de un seguro Guille.

Que el balón fuese de los de Piscis no era una cuestión que incomodase a los visitantes. La obligación de elaborar era un papel que recaía en el Arosa y, en aisladas ocasiones, consiguió hilvanar buenas jugadas que no tuvieron la continuidad adecuada en el último cuarto de campo.

A base de repliegue y contraataque, los de Javier Bardanca empezaron a pulsar la longitud del campo de A Lomba. Marcos dio la primera manifestación ofensiva con un tímido disparo desde fuera del área y solo un minuto después fue el mismo capitán el que daría la primera ventaja a su equipo. Sería tras una combinación por banda derecha de Pereira e Insua que termina en un centro de éste pasado al segundo palo al que Marcos llega libre de marca para cabecear el balón al fondo de la red.

Se acababa de abrir un nuevo horizonte de partido y la estrategia comenzaba a tomar un papel aún más determinante ante la reducción de espacios planteada por los herculinos. Y así, solo cuatro minutos después del 0-1 y tras el rechace de un córner, Eloy volvió a colgar el balón al área donde un desmarcado Aitor Díaz cabeceó sin oposición para hacer el empate.

Los últimos minutos de la primera parte sirvieron para constatar una tendencia al alza en los méritos locales mientras el Silva parecía pedir la hora como asustado por la reacción local. Sin embargo las tornas cambiaron de manera considerable en la reanudación. El Arosa parecía haberse dejado la brújula de su juego en el vestuario y en medio de esa espesura el Silva volvió a sacar provecho. Brais robó un balón dentro del área local ante la pasividad de la defensa y cedió a Joao en el segundo palo para hacer el 1-2 a puerta vacía.

Todo se ponía aún más cuesta arriba para poder aprovechar la oportunidad de acercarse un poco más a la zona alta y el optimismo empezaba a verse afectado. Sobre todo porque el Arosa empezó a jugar de manera demasiado directa y sin muchas más ideas que las de hacer llegar el balón a la zona ofensiva sin demasiada elaboración.

La segunda parte se convirtió en un percutir continuó contras las líneas enemigas esperando que, a base de más insistencia que intención, se produjese algún pase filtrado con el que volver a empatar. Fue nuevamente una acción de saque de esquina la que sacó al Arosa de su atolladero futbolístico. Camiño sirvió y nuevamente la cabeza de Aitor Díaz se convirtió en salvadora en una tarde muy gris. Luego, entre la expulsión de Cabanyes y las pocas ganas de que se jugase del Silva, ya nada más se pudo hacer.