El Xuven continúa en plena ascensión a las montañas más altas de la categoría. El azaroso calendario ha querido brindar al equipo cambadés un último mes de competición de lo más exigente. La muestra está en que en un corto intervalo de cinco semanas se está midiendo a los cuatro primeros clasificados.

La siguiente parada en el peregrinar del Xuven es mañana (19 horas) en la cancha del Ávila, actual cuarto clasificado, y subcampeón de Copa tras caer ante el Marín Ence Peixe Galego en su propia cancha del Multiusos Carlos Sastre. Precisamente serán los marinenses, actuales líderes, los próximos visitantes de O Pombal el siguiente sábado.

Abulenses y cambadeses llegarán a la cita con el objetivo de mejorar sus estados de ánimo. En ambos casos, las derrotas se han convertido en pesadas compañeras de viaje en las últimas semanas, lo que les ha alejado de sus respectivos compromisos. Los de David Mangas, tras caer en el duelo directo por la primera posición ante los marinenses hace ahora cinco jornadas, solo han podido ganar dos encuentros y curiosamente ante los dos últimos clasificados, el Simply Olivar y el Viten Getafe la pasada semana.

En lo que a los de Miguel Ángel Hoyo se refiere el balance es el mismo, es decir, dos victorias en las cinco últimas fechas con el añadido de que esos buenos resultados llegaron en sus dos anteriores desplazamientos a las canchas del Aceitunas Fragata Morón y el Clínicas Rincón malagueño.

Estos datos invitan a pensar que el encuentro puede transcurrir por una línea de mucha más igualdad de la que se puede interpretar observando las seis victorias de ventaja de los abulenses sobre los amarillos. A ello hay que añadir las ganas de revancha con las que saltarán al parqué los jugadores del Xuven tras la forma en la que se produjo la derrota ante el Sáenz Horeca Araberri el pasado sábado en O Pombal. Precisamente volver a recuperar la confianza es el primer paso a dar por el Xuven para salir airosos del Carlos Sastre.

Estilos opuestos

Las filosofías baloncestísticas del Óbila y el Xuven parecen tener escasos puntos de contacto a tenor de los números que arrojan uno y otro equipo. Lo que parece claro es que a los castellanos les gusta mucho más un ritmo pausado. El hecho que así lo deja patente es que a pesar de ser el cuarto peor equipo en producción anotadora, han sido capaces de ganar trece victorias. Otro valor numérico que corrobora la apuesta del Óbila por partidos a escasas posesiones es el que les sitúa como la tercera mejor defensa de la categoría en puntos permitidos con solo 72 de promedio por encuentro.

Contrariamente, el Xuven pasa por ser el equipo que más puntos anota de la competición en base a una media de 82,2, pero también el que más veces lamenta canastas de sus rivales con 83,1 puntos encajados en las diecinueve jornadas disputadas.

El precedente del partido disputado en O Pombal, resuelto con triunfo amarillo por 77-69, es la mejor referencia la que cuentan los de Miguel Ángel Hoyo para ahondar en la herida de un Ávila que todavía se mantiene a dos victorias de la cima de la tabla.