Ningún equipo del fútbol autonómico gallego, ni por supuesto del nacional, es capaz de superar las cifras que el Villalonga está mostrando en el presente ejercicio. El hecho más visible de la incuestionable superioridad de los celestes son los 48 puntos conseguidos en solo 19 encuentros, pero su abrumador dominio no se queda solamente ahí.

Tras la victoria sobre el Cultural Areas el Villalonga ya tiene prácticamente dos tercios del billete a Tercera División en el bolsillo. Su ventaja sobre el tercer clasificado, lugar que ocupa el Estradense, es de catorce puntos, ventaja que se hace muy difícil de recortar a tenor de la trayectoria de los de San Pedro.

Esa casi impoluta línea de rendimiento del Villalonga arroja otras conclusiones como la referente a su abrumadora fortaleza defensiva. Y es que solo diez tantos han encajado y también diez han sido los partidos en los que dejaron a sus rivales sin anotar ni un solo gol. Curiosamente, y pese a que todo invitaría a pensar lo contrario, el Villalonga no es el máximo realizador colectivo de la liga, mérito que recae en su más inmediato perseguidor. Un Gondomar que con 37 tantos, uno más que los celestes, está situado a una distancia de nueve puntos.

Las quince victorias, tres empates y una única derrota de los de Antonio Fernández también encierra otras cuestiones de enorme dificultad como el hecho de haber sumado por victorias los nueve partidos disputados ante sus aficionados en San Pedro.

Por si fuera poco, la segunda vuelta deparará más partidos como local que como visitante a un Villalonga que va camino de certificar su ascenso de categoría mucho antes de la última jornada de competición. Además, el equipo de Antonio Fernández repetirá comparecencia el domingo en San Pedro para medirse precisamente al tercer clasificado. Un Estradense al que puede situar aún más lejos. Pero es que además de los de A Estrada también tendrán que pasar por Villalonga otros rivales directos como Gondomar y Céltiga.