Una vez llegado al ecuador de la competición es hora de balances. En el caso del Arosa el análisis parte de una novena posición con 26 puntos en base a un balance de seis victorias, ocho empates y cinco derrotas. A ello hay que añadirle una balanza equilibrada en el saldo goleador con 21 tantos en las casillas de celebrados y lamentados.

La derrota del pasado domingo en Vilalba tuvo en Manuel Abalo a uno de sus testigos presenciales. El presidente deja claro que no reconoció al equipo durante la primera mitad, al tiempo que añade que "regalamos el partido en la primera parte, pero en la segunda mejoramos muchísimo. Incluso tuvimos ocasiones para empatar y si lo hubiésemos hecho no habría sido nada injusto". Sostiene Abalo que la entrada de Sylla dio muchas más alternativas al Arosa en materia ofensiva, "tiró del equipo para adelante, pero no hubo forma. La diferencia fue la efectividad. Ellos llegaron y marcaron y nosotros no".

Pasando a una valoración global de la primera vuelta, al presidente vilagarciano no le duelen prendas al reconocer que "estuvimos muy irregulares en todo momento", aunque en descargo de su plantilla matiza que "también es verdad que es una tónica habitual de todos los equipos. La Tercera División es una categoría muy igualada en la que puedes ganar o perder con cualquiera. Nosotros mismos fuimos capaces de ganar al líder (Cerceda) y no hacerlo al colista (Ribadeo)".

Acerca de las causas de esa volatilidad del Arosa en materia de resultados, Abalo apunta como una de las principales razones la falta de acierto en el remate, "el gol se nos resiste. Tenemos que hacer muchas ocasiones para marcar. Nuestra efectividad es muy baja".

De cara a los 19 encuentros que restan para cerrar el curso, el presidente tiene claro que se deben afrontar desde la máxima humildad. Los 26 puntos y su proyección de cara a la segunda vuelta invitan más a pensar en cuestiones relativas a la consecución de la permanencia que en cotas mayores. Abalo también se manifiesta en este sentido señalando que "lo primero que tenemos que hacer y pensar es en salvar la categoría. El equipo está jugando muy presionado. Eso se arregla con buenos resultados y olvidándose de cualquier cosa que no sea ir partido a partido".

Respecto al objetivo a marcarse hasta el final de la temporada, el presidente quiso matizar sus palabras durante la asamblea del pasado verano en la que se habló de la consecución del play-off para esta temporada. Abalo subraya que "se marcó el play-off como una ilusión, no como un objetivo. Como arosista soy el primero que quiero ver al equipo lo más arriba posible, pero con los pies en el suelo. Estar entre los cuatro primeros debe verse como una ilusión enorme, pero nunca como una obligación ni como un objetivo. No tenemos un presupuesto como para exigirnos un play-off, pero sí tenemos la obligación de competir al máximo en cada partido".

Ahora que son siete los puntos que separan al Arosa de la cuarta posición, el propio presidente mantiene la ilusión intacta, "si hacemos tres victorias seguidas veremos todo de distinto color. Queda mucho por jugarse y tenemos que conservar alicientes y motivaciones, tanto el equipo como la afición. No vamos a bajar los brazos, pero sin más presión que la de terminar cada partido con las mejores sensaciones posibles".

Manuel Abalo también tuvo palabras de ánimo para Piscis, al que reiteró su total apoyo, "veo al equipo entrenar todos los días y nadie de la directiva duda del compromiso y capacidad del entrenador. Está claro que se puede equivocar como cualquier otro, pero no debería estar tan cuestionado como está siendo por algún sector de la afición".

El discurso del presidente para refrendar al labor de Piscis en el banquillo no se quedó ahí. "Todo el vestuario está con él, aunque siempre hay jugadores más contentos que otros. Eso es la ley del fútbol. Además ningún cambio de entrenador te garantiza nada. Ahora toca estar unidos y llevar al Arosa lo más alto que se pueda".

Los dos próximos encuentros, ante Cerceda y Deportivo B, supondrán dos piedras de toque muy importantes. Abalo apela al optimismo, "contra los equipos de la zona alta es cuando mejor jugamos".