El San Martín pagó con la derrota su mala tarde en lo futbolístico. Pareció como si lo desapacible de la meteorología hiciese mella en un partido en el que tampoco el Campolameiro es que hiciese demasiados excesos.

El propio Duvi Paredes resumió con una frase el estado catatónico del juego de su equipo: "Fuimos menos San Martín de lo que veníamos siendo". Y lo cierto es que el desarrollo del juego fue el fiel reflejo de ello. No era el día en materia de lucidez de los rojillos. Se les vio con ganas de llevar a cabo su juego de elaboración, pero parecía como si las ideas fueran siempre por delante de la ejecución. Todo ello creó una maraña de pérdidas de balón y disputas que no hicieron más que ensuciar un partido que ya no comenzó demasiado aseado.

El partido no alteraría sus escasas constantes vitales hasta que se produjo una desafortunada acción defensiva de los de Vilaxoán ya bien entrada la segunda parte. Fue a raíz de un fallo en un despeje que habilitó a Juanjo para hacer el 0-1.

La situación obligaba al menos a tirar de orgullo para tratar de reconducir la situación. El técnico del San Martín apostó por cambiar el dibujo para situar más referencias en ataque. Se abrió el campo despoblando la defensa, pero ni por esas. La imprecisión en los pases y en los controles hacía muy complicado que la apuesta se viese fortalecida.

Ya con el cuadro rojillo muy volcado hacia el área visitante llegaría la acción de la puntilla en favor de un Campolameiro que sacó una excelente efectividad a sus ocasiones. Una contra posibilitó a Iván hacer el 0-2, acción que derivó en la expulsión de Xurxo por protestar.

Con la primera vuelta ya finiquitada, el equipo de Duvi Paredes llega a este ecuador con 23 puntos y situado en la novena plaza a la espera de repetir partido en Vilaxoán ante el Nigrán en siete días.