- ¿El nuevo pabellón ayudará también al salto cualitativo dentro del club?
- Está claro que sí. De esta manera nos olvidaremos de entrenamientos de peor calidad en el colegio Conmeniño. Además a la hora de jugar es totalmente diferente el hacerlo en goma a hacerlo en parqué. El estilo de juego también varía porque a los extremos se les abre una mayor posibilidad para realizar lanzamientos en caída con los recursos que da todo eso.
- ¿Con la mejoría de las instalaciones se puede pensar en mayor número de jugadores en las categorías base?
- Esperemos que sí. Yo tengo mucha confianza en que así sea. Ahora mismo tenemos equipos A y B en alevín y benjamín. Ahora que todos los entrenamientos vuelven a ser en el casco urbano va a mejorar mucho todo. El nuevo pabellón es un aliciente muy bueno para todos.
- ¿Y qué le parece la nueva instalación?
- La verdad es que estamos encantados con el pabellón. Tiene todo lo que esperábamos que tendría. Tuvimos la suerte de realizar allí un entrenamiento y quedamos maravillados con todo. Desde el parqué que amortigua muy bien hasta por los vestuarios, la temperatura y la luz. Incluso el martes se tuvieron que poner cañones por la humedad en el pabellón viejo y en el nuevo se entrenó sin ningún tipo de problema. Está muy bien aislado y parece que no habrá problema con las humedades.
- El sábado será además un día especial para el equipo. Primer partido en el nuevo pabellón y además con el orgullo de defender la primera posición.
- Sí, la verdad es que hay motivos para que sea un día especial. Además de la anécdota del pabellón nadie pensaba que pudiésemos acabar el año de esta manera. El Seis do Nadal es un equipo que se nos atraganta bastante pero vamos a intentar sacarlo porque si lo hacemos significaría estar en el liderato otras tres semanas más, algo que nadie pensaría.
